Analizan distintos efectos
de la carestía del petróleo

Analizan distintos efectos<BR>de la carestía del petróleo

SAO PAULO, (AFP) – La disparada de los precios del crudo es una bendición para los exportadores de petróleo latinoamericanos, mientras que los países importadores sufren y parecen controlar las presiones inflacionarias, según los analistas.  

 «La tasa de inflación en la región está bajo control», estimó Renato Baumann, director de la oficina en Brasil de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).   El impacto de un barril a 80 dólares no es el mismo en países exportadores como México, Venezuela o Ecuador, que en América Central o el Caribe.

  En México o Venezuela, el alza de las cotizaciones tiene «un impacto directo sobre el presupuesto del Estado» muy favorable, subraya Baumann. La petrolera estatal mexicana Pemex contribuye con un 40% de los ingresos del estado.

  Sin embargo, esos ingresos podrían caer este año , porque «la producción mexicana disminuye» y ciertos precios bajaron para mantenerse competitivos, explicó Miguel García, profesor de geopolítica y petróleo en el Instituto politécnico nacional. 

 Venezuela, que exporta 2,9 millones de barriles diario es el gran ganador. El precio de la canasta de crudos venezolanos se sitúa en 58,49 dólares el barril desde comienzos del año, el doble que el proyectado para 2007. 

 El año pasado, el Estado venezolano capitalizó 70,9% de los ingresos petroleros, que en total superaron los 55.000 millones de dólares.  

Esos excedentes son destinados a «gastos sociales, a la financiación de la administración y a la compra o creación de empresas públicas», según el economista José Guerra, ex director del banco central. Por el contrario, «la inversión en la exploración o la producción se redujo sensiblemente», declaró a la AFP. 

 Algunos países importadores de América Central o el Caribe, así como Uruguay reducen algo la cuenta de importación de energía a través de acuerdos de aprovisionamiento en condiciones preferenciales por parte de Venezuela o México.

  Chile y Perú, importadores netos, sufren de lleno el alza de los precios del crudo. Según el banco central de Chile, ello explica en parte la revisión de las previsiones de inflación a 5,5% para 2007 contra 2,8% proyectada antes. 

 «La economía chilena y las empresas están menos expuestas a los altos precios del petróleo de lo que pudiera pensarse», a causa del alza de la cotización de los metales, atenúa Ben Laidler, del banco UBS, en la revista Business Chile.

El petróleo representó 10% de las importaciones en el primer semestre, mientras que el cobre cubrió 46% de las exportaciones. 

 En Argentina, el gobierno, preocupado por controlar la inflación (9,8% en 2006) sigue de cerca a las petroleras para que no trasladen el alza de la cotización del crudo a los precios en las estaciones de servicio. 

 Pero en este país tradicionalmente exportador, «el sector de hidrocarburos está en declive».

«La producción de petróleo baja desde 1998 y la de gas se estanca o desciende», de modo que «los saldos de exportación se reducen cada vez más», subrayó Jorge Lapena, presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi. 

 Brasil, que logró el año pasado la autosuficiencia petrolera, está en una situación particular. Más de 80% de la electricidad es de origen hidráulico y el etanol de caña de azúcar representa una parte creciente de los combustibles.

  La estatal Petrobras declara alinearse sobre los precios internacionales «sin trasladar la volatilidad internacional al mercado interno».

 El banco central considera «plausible» que los precios de la gasolina se mantengan estables en en 2007.  

Según Renato Baumann, la explosión de los precios de la energía abren el debate sobre el uso de los excedentes y la diversificación de las fuentes de energía en América Latina. 

 «Los proyectos de producción de energías alternativas (biomasa, etanol, biodiesel) se hacen rentables» y la energía nuclear vuelve a la actualidad, subrayó.

  Aunque su impacto sobre el medio ambiente y la seguridad alimentaria son tema de debate, «las fuentes renovables abren la posibilidad de cambiar de modelo energético», estimó.

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