Analizan el enigma de crear una empresa y manejar  la riqueza

Analizan el enigma de crear una empresa y manejar  la riqueza

Tom Stabile
Recientemente, dos hombres por separado, se embarcaron en la conquista de resolver el enigma de cómo crear una empresa sin dejar de manejar la riqueza para los más ricos, pero cada uno está viajando en sentidos distintos.

Los dos expertos en el manejo de la riqueza están enfocando el asunto desde ángulos diferentes, pero ambos están encontrando que las familias más ricas del mundo y los asesores financieros, deseosos de servirles, están tristemente mal acoplados.

Charles Lowenhaupt y James McLaughlin han determinado, que el modelo que usa la mayoría de los asesores de riqueza está simplemente fragmentado. Siempre ha sido difícil combinar a los inversionistas demandantes, conscientes de sus honorarios y a menudo prácticos, que esperan una gran variedad de servicios, con firmas que traten de hacerlo todo y aún obtener ingresos.

Pero, después de que Lowenhaupt se ha comprometido con los inversionistas ultra ricos en reuniones alrededor del mundo, y Mclaughlin ha apelado al entendimiento de más de 300 industrias incondicionales del manejo de la riqueza, ellos también están convergiendo en posibles soluciones.

Algunas de las ideas serán una píldora amarga para los proveedores de gestión de riqueza, pero parece que una obvia gran oportunidad existe para  quienquiera que resuelva el código.

Los viajes de Lwenhaupt han sido en parte por su negocio, él es el director de Lwenhaupt Global Advisors radicado en San Louis, el cual ofrece un modelo oficial unifamiliar para los clientes, y en parte promueve el nuevo Instituto de Estándares de Manejo de la Riqueza radicado en Suiza, el cual él cofundó el año pasado.

La misión de la organización es crear guías reconocidas globalmente sobre la mejor práctica de la transparencia, compensación, manejo de inversión y conflictos de interés.

En sus viajes entre continentes, Lowenhaupt dice que el tema común es la frustración de los clientes ricos que están hasta el cuello en el lanzamiento de ventas, y que se encuentran temerosos de los estafadores, desconfiados de que sus asesores les son leales, y permanecen hambrientos por la competencia y servicios coordinados. “Nadie se conduele de los ultra ricos, por supuesto, pero en el mercado ha habido una carencia del servicio que justamente ellos buscan”, él agrega.

Entre las necesidades que estos inversionistas ricos han enumerado está la habilidad de delegar con claridad mental a un asesor que ellos sepan que honrará sus principios. “He escuchado esta preocupación, esta necesidad de ejercer un excesivo control sobre sus asuntos, desde el rico heredero en Sydney, el doctor en La India, y hasta el poeta en New York”, expresa Lowenhaupt.

También ellos anhelan asesores que proporcionen un proceso de inversión personalizado y disciplinado similar a lo que las más grandes instituciones comandan. Y añoran herramientas significativas para pasar a las generaciones más jóvenes sus valores acerca de vivir con gran riqueza sin un cliché, o un enfoque al estilo salón de clases.

El viaje de McLaughlin comenzó a principios del año pasado después de que empresas veteranas como Mellon Private Wealth Management y Convergent Wealth Advisors abandonaron su jugada más reciente, un turno como jefe ejecutivo de Geller Family Office Services, parte de la firma de asesoría Geller & Co que también asesora la riqueza de Michael Bloomberg, alcalde de New York. McLaughlin dice, que las reuniones con los más altos ejecutivos del manejo de riqueza comenzaron como un ejercicio para hacer contactos y encontrar un buen ajuste futuro, pero ha florecido en un proyecto de investigación con el objetivo de determinar por qué ninguna firma parece satisfacer limpiamente el voraz apetito de los inversionistas súper ricos por los servicios.

El problema es que el sector queda “inmaduro” y “le falta poder de valoración”, dejándolo bloqueado en relación a propuestas y honorarios, débil desde un tipo de perspectiva y confuso para los inversionistas. Y él dice que “una gran tensión” se está creando entre las firmas que desean replicar los servicios y las familias que presionan por atención personalizada.

McLaughlin ha dicho que  de las divisiones del manejo de la inversión como planeamiento, tecnología y manejo de asuntos financieros, que las firmas todavía tienen que considerar cuál ofrecer, qué externar y cómo cobrar por el conjunto. Y la dolorosa experiencia de la crisis del 2008 ha revestido las preocupaciones de los clientes sobre la confianza y la creciente demanda por transparencia. “Estamos atravesando una transformación radical, y lo que era ya un desajuste se está poniendo peor”, él dice.

Mientras las respuestas de cada hombre están tomando forma, parecen dispares. Ellos comparten un principio, la necesidad de más amplios estándares.

Por un lado, el Nuevo instituto del manejo de la riqueza ha iniciado el esfuerzo para certificar su proceso a través de una organización de estándares internacionales.

El grupo ya ha definido 15 principios de manejo de la riqueza, los cuales Lowenhaupt dice que los inversionistas ricos pueden adaptar a sus necesidades y luego crear estándares específicos para administrar cómo los asesores cumplen con los objetivos de inversión del cliente, ejecutan planeamiento y cobran por sus servicios.

Por otro lado, McLaughlin ha creado una presentación sobre el mejor modelo de las mejores prácticas y estrategias, y disciplinas que los que manejan la riqueza pueden desarrollar con el fin de crear sus ofertas de servicios principales y construir un esquema de valoración defendible y lógico. 

Las claves

1.  Dificultades

Siempre ha sido difícil combinar a los inversionistas demandantes, conscientes de sus honorarios y a menudo prácticos, que esperan una gran variedad de servicios, con firmas que traten de hacerlo todo y aún obtener ingresos.

Compañías de EU impulsan refinanciamiento de deuda

Anousha Sakoui

Los grupos de Estados Unidos fuera del sector financiero han refinanciado una quinta parte de su deuda que estaba por vencer en los próximos dos años, asegurando bajas tasas de interés al realizar la renovación temprana, de acuerdo a Moody’s, la agencia de clasificación.

Los banqueros e inversionistas han estado preocupados sobre la habilidad de los grupos de refinanciar una gran cantidad de deuda que estaba próximo a vencer en los próximos años, particularmente para las clasificados “basura” o que estaban fuertemente endeudados. Con limitaciones sobre el crédito bancario y las obligaciones de préstamos con garantía, y con estructurados vehículos que agrupan préstamos apalancados todavía fuera de combate por la crisis, algunas compañías han buscado refinanciar su deuda bancaria con bonos, extendiendo su perfil de vencimiento.

Las compañías de más alto riesgo, las cuales no tienen clasificación de grado de inversión, han reducido la suma que necesitan incrementar para finales del 2012 por un 37%, dijo Moody’s en un último reporte.

Alrededor de $55 millardos de bonos basura vencen entre mediados del 2010 y el 2012, en comparación con una suma inicial de $87 millardos a inicios del año.

Hasta este momento en el año, las compañías de E.U. han emitido $131 millardos de bonos de alto rendimiento, $3 millardos menos de la suma vendida en todo el 2007, un récord anual para los bonos basura, dice Dealogic. Telecoms, compañías de tecnología y medios de comunicación fueron los emisores más activos, de acuerdo a Moody’s.

Los analistas de Moody’s creen que esta activa emisión ha permitido que los grupos reduzcan $550 millardos de bonos basura, los cuales en febrero ellos estimaron que sus pagos vencían en el 2013 y el 2014.

“Creemos que las compañías de grado más especulativo y las de grado de inversión podrían ser capaces de refinanciar su próximos vencimientos de bonos ahora y en el 2012, tan pronto E.U. continúe en camino de la recuperación económica, aunque lenta”, dice Kevin Cassidy, analista de Moody’s y autor del reporte.

No obstante, ciertas condiciones podrían dificultar que las compañías realicen el refinanciamiento, incluyendo el apetito por parte de los prestamistas, el riesgo de una recesión doblemente aguda, un extenso periodo de debilidad en los mercados laborales o un prolongado periodo de crecimiento por debajo de lo normal”.

Alrededor de dos tercios de la emisión de bonos basura en el 2010 fue con el objetivo de refinanciar los vencimientos existentes, mientras que un cuarto fue para las fusiones y adquisiciones. Pero los analistas dicen que las compañías de grado de inversión todavía tienen que dirigir los vencimientos a largo plazo.

Alrededor de $255 millardos de los pagos de sus bonos vencen entre mediados del 2010 y finales del 2012, por debajo de un 18% de los $310 millardos que Moody’s estimaba a inicios del 2010.

Los analistas dicen que los vencimientos después del 2014 han incrementado debido a que la mayoría de los emisores no redujeron permanentemente el apalancamiento.

“El riesgo de refinanciamiento ha bajado”, dice Cassidy. “Si las condiciones económicas se fueran a deteriorar, el riesgo de refinanciamiento incrementaría, particularmente para las compañías de grado especulativo que enfrentan el inminente precipicio del vencimiento del 2013 en adelante”.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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