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POR ALEIDA PLASENCIA
La Oficina Nacional de Propiedad Industrial (ONAPI) y el Consejo Nacional de Competitividad (CNC) analizaron ayer, con la asesoría de un experto internacional, los avances de un proyecto que se desarrolla en el país para establecer “marcas colectivas”, y específicamente tomando en cuenta productos como el café, cacao, tabaco, ron y también en las áreas de turismo y artesanía.
En un seminario llevado a cabo desde el pasado miércoles en la sede de la ONAPI, que contó con la participación del consultor peruano Luis Alonso García Muñoz-Najar, experto en propiedad industrial, se puso énfasis en la necesidad de, a través de este proyecto, difundir y sensibilizar al empresariado nacional sobre la importancia de proteger sus productos y servicios mediante la propiedad industrial, generando marcas, diseños y procedimientos que forman parte fundamental de estrategias comerciales.
Con ello se busca poder competir en el mercado internacional y afianzarse en el mercado el nacional, según lo explicado en el seminario.
El proyecto es ejecutado por la ONAPI conjuntamente con el CNC y la asesoría de García Muñoz-Najar, con miras a generar marcas colectivas y denominaciones de origen, así como sensibilizar a los empresarios dominicanos sobre la importancia de trabajar colectivamente, basándose en parámetros de calidad común, preservación del ambiente y de la cultura nacional.
El proyecto fue presentado por Enrique Ramírez, director general de la ONAPI y Andrés Van Der Horst Álvarez, director ejecutivo del CNC, en el seminario.
En un boletín de prensa, la ONAPI informa que García Muñoz-Najar ha venido trabajando desde febrero de 2005 en este proyecto, con el propósito de contribuir a la creación en el país de marcas colectivas, a los fines de lograr cada vez más acceso de los productos dominicanos en los mercados internacionales.
A su vez, el licenciado Ramírez explicó que este proyecto pone énfasis en la necesidad de difundir y sensibilizar al empresariado nacional sobre la importancia de proteger sus productos y servicios vía la propiedad industrial.
De su lado el licenciado Van Der Horst consideró que el proyecto en referencia brinda las herramientas para difundir la oferta productiva de la localidad, a través de la marca colectiva o las denominaciones de origen.
Esta oferta debe estar sustentada en los aspectos culturales, históricos y geográficos característicos de cada localidad ya que esto ofrece al consumidor el conocimiento sobre los productos o servicios ofertados, dijo.
Resaltó que el resultado final de esta iniciativa será que la propiedad industrial constituya una herramienta útil para la promoción de la innovación y fomento de la competitividad.
Busca, según explicó, agregar valor a determinados productos y servicios nacionales orientados a esquemas de promoción de las exportaciones, así como a la adecuación de estándares internacionales.
