Escudriñan y analizan los factores sociales y políticos que han posibilitado la emergencia electoral del ex Presidente Hipólito Mejía, quien perdió los comicios del 2004.
Con el triunfo obtenido en la XXIX Convención Nacional del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) el ex presidente Hipólito Mejía emerge como el ave Fénix del ostracismo al que estuvo confinado desde que concluyera su mandato presidencial e intentara reelegirse, sin éxito, en el 2004.
Azuzado por el pacto de las corbatas azules firmado entre el presidente del PRD, Miguel Vargas y el presidente Leonel Fernández, que eliminó de la Constitución el nunca jamás respecto a la reelección presidencial, vio las puertas abiertas para intentar volver a gobernar.
Es así como Mejía inicia un nuevo camino. Al parecer dejó atrás la estela de hechos que arrastró desde que gobernó, y que hasta ahora lo tenían confinado más a sus quehaceres particulares que a la política.
¿Un fenómeno? Su retorno a las lides políticas esta vez se vislumbra con mucha fuerza, si se toma en cuenta el nivel en que había caído su popularidad, tras una gestión de Gobierno caracterizada por cambios que impactaron fuertemente la economía del país, como fue la crisis por fraudes bancarios sin precedentes en la historia dominicana; acentuación de la crisis en el sistema energético, incremento de los niveles de pobreza y una corrupción administrativa generalizadas, entre otros.
Ascenso en espiral. Ese sitial ascendente se evidencia en las encuestas de opinión, en el alto porcentaje que obtuvo en las primarias frente a Vargas, y que de acuerdo con la Comisión Nacional Organizadora de la Convención lo sitúan como el ganador de la candidatura presidencial de la organización política de cara a las elecciones nacionales de 2012.
Todo eso sumado al respaldo de importantes sectores de la sociedad evidenciado durante ese proceso.
Mejía ganó las elecciones presidenciales para el período 2000-2004 con el 49.87% de los votos, frente a 24.94% de su entonces competidor Danilo Medina, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Sin embargo, su popularidad cayó a un 31 por ciento en el 2004 cuando intentó reelegirse, y tuvo como contendor al doctor Leonel Fernández, del PLD, ante quien reconoció de inmediato su derrota.
Favorable. Cuando en mayo de 2009 Vargas firmó el pacto con el presidente Fernández que viabilizara la aprobación de la nueva reforma constitucional, jamás se imaginó que eso se convertiría en un boomerang para sus propias aspiraciones presidenciales.
Ese pacto liberó a Mejía de la prohibición que le tenía la Constitución, al aceptar Vargas la restitución de una fórmula consagrada en la Constitución de 1994, que establece que El Poder Ejecutivo se ejerce por el Presidente de la República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo, no pudiendo ser electo para el período constitucional siguiente.
Con el camino despejado, Mejía anunció su decisión de candidatearse con apenas un 4.4% de la preferencia, frente a un 62 por ciento de Vargas.
Esa valoración cambió rápidamente según la encuesta Gallup-HOY, que en junio de 2009 lo situó con un 31% contra un 30.8% de Vargas; en el 2010, 44.2% contra 30.2%, y en febrero de 2010 alcanzó un 52.6% frente a 41.7 de Vargas y alzarce con el triunfo.
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Sigue el ascenso
Para las primarias internas del PRD la mayoría de las encuestas publicadas también favorecieron a Mejía frente a Vargas. Tales fueron las del Centro Económico del Cibao, Asisa Research, Forby International y la de Ana María Acevedo . El liderazgo de Vargas consta en los resultados de encuestas realizadas por las firmas Alfonso Cabrera y Asociados, que le otorga una ventaja de más de 7 puntos frente a Mejía, y la Hamilton que le otorgó un 71% de las preferencias para ser el candidato presidencial del PRD en las elecciones de 2012, contra un 29 por ciento en favor de Mejía.
La última encuesta
Fue la Convención Nacional, donde la Comisión Organizadora anunció a Mejía como ganador de la candidatura presidencial del PRD, al computarle el 53.30 por ciento de las votaciones, contra 46.70% obtenidos por Vargas.