Analogía del guardia y Leonel

Analogía del guardia y Leonel

Hace mucho tiempo que en nuestro conjunto de anécdotas populares figura una relacionada con lo ocurrido en uno de los pintorescos municipios criollos, cuando un campesino pidió una entrevista con el comandante del cuartel del ejército para hablarle de los amoríos de su hija con un guardia. Al ciudadano le informaron que al jefe del cuartel no se le podía molestar con eso y él se rebeló haciendo un gran escándalo que motivó a los militares para pedirle, por favor, al oficial superior, que lo recibiera.

Cuando el campesino dijo que su problema era el noviazgo de su hija con un guardia, el comandante le dijo: “Eso no e’ ná”, a lo que el campesino respondió: “¡Qué eso no e’ná, mi hija preñá y el guardia traladao!”, con lo cual todos comprendieron su gran angustia y preocupación.

En nuestro país el tema de “las crisis” es común para los ciudadanos, no importa su estrato social o condición económica. Puede decirse, sin ánimo de exagerar, que de cada diez tertulias, por lo menos siete u ocho se relacionan con los problemas que actualmente agobian a nuestra población, referidos como las crisis en economía, electricidad, salud, educación, delincuencia, valores morales, turismo, etcétera y, como es esperable, se producen reacciones de optimistas y defensores a ultranza del gobierno de turno, que responden como el comandante: “Eso no e’ná”; pero, al igual que el campesino, siempre aparece alguien que puntualiza: “¡Que no e’ná, el país cayéndose a pedazos y Leonel viajando!

La analogía podría traducirse como nuestro país embarazado, con un amante prófugo, huyendo de sus responsabilidades.

¿Volverá algún día el guardia a su cuartel?

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