Anatomía de los hijos,
todo lo que hay que saber

Anatomía de los hijos, <BR>todo lo que hay que saber

POR ANNA JIMÉNEZ
Definitivamente, todo padre o madre preocupada tiene cientos de preguntas, que a la hora de llegar a la consulta del periatra se escapan, es por esto que a continuación les realizo un resumen de los aspectos más frecuentes que siempre desearían tratar. Siguiendo un orden de arriba (cabeza) abajo (la planta de los pies) observamos:

LA CABEZA

• El perímetro craneal del recién nacido varía entre 34 y 36 cm, y al año alcanza 47 ó 48 cm.

• El cabello es fino y la cantidad varía desde muy espeso hasta escaso, y en ocasiones hay zonas despobladas de forma temporal, porque por roce se cae antes, pero vuelve a crecer.

• A veces se observa en el cuero cabelludo una zona con escamas grasosas y amarillentas. Es lo que se llama COSTRA LACTEA. Seguramente se debe a las hormonas de la madre que atravesaron la placenta antes del parto. Si está muy reseca y pegada, se ablanda poniéndole una capa de vaselina por la noche y limpiándola por la mañana. También se puede utilizar un champú anticaspa, y en último caso se puede aplicar alguna pomada de hidrocortisona.

• La superficie de la cabeza puede ser irregular, con zonas elevadas y que fluctúan al tocarlas con la mano, es lo que llamamos CEFALOHEMATOMA. Es producto de una colección de sangre debajo de una capa de la superficie ósea y de la piel, como consecuencia de la fricción entre el cráneo y los huesos pélvicos de la madre. Generalmente aparece desde el 2º día y dura hasta uno o dos meses. La sangre suele ir reabsorbiéndos sola, aunque puede quedar un resto que llegue a osificarse y quedar endurecida para siempre.

• En alguna ocasión la superficie de esta colección abarca una zona importante del cuero cabelludo, elevada unos 2 a 4 cm por encima del nivel normal, blanda y que tarda unos 4 a 6 días en desaparecer, es lo que se denomina caput. Es producto de la colección de líquido dentro del cuero cabelludo como consecuencia de la presentación durante el proceso del parto. No afecta al hueso, no se osifica nunca y desaparece a los pocos días.

• Si pasa la mano suavemente por encima podemos notar:

– Un desnivel, generalmente a la altura del primer tercio de la cabeza o los laterales o al final, que es lo que se llama acabalgamiento óseo. Como su nombre indica, es consecuencia de amoldar la cabeza sobre sí misma para poder pasar por el canal del parto. Se normaliza antes del mes de vida.

– Dos zonas deprimidas de forma romboide que se llaman FONTANELAS, una a la altura casi del centro de la cabeza (fontanela anterior) y la otra unos centímetros por encima de la base del cráneo (fontanela posterior). Sus dimensiones varían, la primera entre 0.5 a 4 por 0.5 a 4 cm, y la posterior de 1 ó 2 por 1 ó 2 cm. Su osificación termina aproximadamente a los 15 meses de edad.

– Una depresión en medio de la cabeza de 2 milímetros de ancho, que corresponde a la SUTURA entre los huesos. En algunos recién nacidos se observa más de una depresión, correspondientes a las suturas entre los diferentes huesos que forman el cráneo.

LOS OJOS:

• Los párpados, especialmente el superior, pueden estar hinchados como consecuencia de la presión sobre la cara durante el parto.

• La apertura del ojo a veces no es simétrica los primeros días por la hinchazón de los párpados, pero si persiste después de la desaparición de dicha hinchazón se tendrá que comentar con el pediatra para aclarar la posible causa.

• Es frecuente observar una pequeña hemorragia (hemorragia conjuntival) en la parte blanca del ojo (esclerótica), que se debe al trauma durante el parto. Suele desaparecer antes de las 3 semanas.

• A los pocos días del nacimiento puede observarse una hipersecreción lagrimal en uno de los ojos (el ojo siempre está mojado), es lo que llamamos obstrucción del conducto lagrimal. Para prevenir una infección e intentar solucionar la fase aguda de la sobreinfección, se tendrá que limpiar y poner un colirio (según prescripción del pediatra). A los 6 meses se desobstruyen espontáneamente la mayoría de los conductos.

• El color del iris en muchas ocasiones no se puede saber de forma certera hasta los 6 meses de edad.

LA CARA Y LA NARIZ

• En las aletas de la nariz es frecuente encontrar unos elementos puntiformes y amarillentos, como comedones o quistes sebáceos (millium facial), que desaparecen espontáneamente al segundo o tercer mes.

• En la cara (raíz de la nariz, párpados y frente) y a veces en el occipucio se observan pequeñas marcas rosadas, denominadas picotazo de cigüeña. Exceptuando las del occipucio, que en alguna ocasión pueden persistir, las demás desaparecen antes de los dos años.

• También aparecen lesiones puntiformes de acné neonatorum. Está relacionado con el paso hormonal de la madre al recién nacido, pero en casos rebeldes conviene tener presente la posibilidad de una intolerancia a las proteínas de la leche de vaca. Las lesiones son grandes, dispersas y tienen una ligera reacción inflamatoria que cura en el plazo de 8 a 10 días.

• Según el tipo de parto (fórceps, espátulas de Thierry), pueden quedar marcas por contusiones o raspado, en las mejillas, el cuero cabelludo o el cuello. Estas lesiones se solucionan espontáneamente en un máximo de dos semanas.

LAS OREJAS

• Las orejas del recién nacido pueden estar DOBLADAS, porque son blandas y flexibles. Tomarán su forma final a medida que el cartílago se enderece durante las primeras semanas.

LOS LABIOS Y LA BOCA

• El labio superior puede ser hendido o leporino, simple o doble según afecte a uno o dos lados; complejo, si la hendidura comprende porciones óseas; unilateral, bilateral, mediano o comisural, según se presente en un lado, en dos, en la línea media o en la comisura, respectivamente. Esta lesión precisa intervención quirúrgica.

• En el centro del labio superior puede observarse una ampolla o callo (callo de succión) causado por la fricción durante la alimentación tanto con el biberón como al pecho.

Desaparece al iniciar la alimentación con papillas, es decir con el uso de la cuchara.

• En algunos recién nacidos se puede observar lo que llamamos dientes congénitos. Se deben extraer si se aflojan o cuando no tengan raíz, para evitar una posible aspiración.

• A lo largo de la línea media del paladar o en las encías se puede observar unos quistes blancos de diferente tamaño y que desaparecen antes de los dos meses; son las denominados perlas de ebstein o epileliales.

• La fisura congénica del paladar o fisura palatina puede ser parcial o total, cuando afecta a una parte del paladar (generalmente el posterior) o cuando afecta a todo el paladar, respectivamente. Esta lesión precisa intervención quirúrgica, pero hasta que no sea intervenida puede ser útil un paladar artificial (fabricado a medida y adapatandole según el crecimiento del lactante).

• Frenillo sublingual corto: se debe a que la banda que une la lengua con la base de la boca es corta. Sólo hay que intervenir si produce alteraciones en el habla o la deglución.

• El maxilar inferior puede ser asimétrico al nacer debido a la postura fetal dentro del útero (apoyando el maxilar inferior sobre el hombro, sea el derecho o el izquierdo).

Se soluciona antes del año de vida.

• Esquema de la dentición: Entre el 6º y el 8º mes aparecen los dos incisivos centrales inferiores, aunque también pueden primero aparecer los dos incisivos centrales superiores.

Entre el 8º y el 12º mes aparecen los dos incisivos laterales inferiores y los dos incisivos laterales superiores.

Entre el 12º y el 16º mes aparecen los dos primeros premolares inferiores y los dos primeros premolares superiores.

Entre el 16º y el 20º mes aparecen los dos caninos inferiores y los dos caninos superiores.

Entre el 20º y 30º mes aparecen los dos segundos premolares inferiores y los dos segundos premolares superiores.

LAS CLAVICULAS

• A veces, debido a las maniobras del parto, el pediatra puede comunicarles que ha observado una fractura de una de las dos clavículas. Es una lesión frecuente y en el 95% de las ocasiones se soluciona sin dejar secuelas.

Hay dos maneras de tratarla:

– Actitud expectante, no hacer nada.

– Poner un vendaje para inmovilizar el brazo y la clavícula (el brazo flexionado queda apoyado sobre el cuerpo, se ponen tiras adhesivas elásticas por encima de la clavícula, envolviendo el brazo y el tórax, y se mantiene así unos 10 días; es lo que se denomina vendaje de Velpeau).

Después de retirar el vendaje, y también si no se pone vendaje se notará un bulto a la altura de la fractura (callo óseo) que se resuelve antes de un mes.

LAS MAMAS

• Intumescencia mamaria: Es la tumefacción de las mamas que presentan algunos recién nacidos durante los primeros días de vida como consecuencia del paso de hormonas femeninas a través de la placenta de la madre al feto.

Dura de 2 semanas a 6 meses.

Nunca hay que exprimir porque puede causar una infección (mastitis) importante en el periodo neonatal por las complicaciones que puede acarrear y la consecuentes molestias tanto para el niño como para la familia.

Hay que consultarlo siempre con el pediatra para no confundirlo con la infección mamaria.

• Mamas supernumrarias: Algunos neonatos pueden presentar una o dos mamás de más, con una distribución uni o bilateral. Si se observa esta circunstancia hay que buscar otras posibles malformaciones.

LAS MANOS

• Las uñas: Las uñas del recién nacido deben cortarse de forma paralela a la punta de los dedos, a los pocos días del nacimiento, siempre con tijeras romas para evitar de pincharle.

LA PIEL

• Mancha mongólica: Es de color azulado, grisáceo o verdoso oscuro tienen bordes variables y bien definidos, de 4 a 12 cm de tamaño, y puede estar situada en la región dorsal, lumbar, sacra o glútea. Se trata de un nevus melanocítico inocuo que se presenta en el 5 al 8% de los recién nacidos y que desaparece a menudo a lo largo de los primeros años de vida, pero en ocasiones persisten. Nunca se produce degeneracón maligna.

• Eritema tóxico o tóxico alérgico del recién nacido: Es una erupción con el centro a veces de color blanco o muy rojizo, que aparece en el tórax y la espalda y que incluso se extiende a los brazos y piernas. Las palmas y plantas suelen estar respetadas.

El motivo de su aparición es desconocido. La máxima incidencia se produce en el segundo día de vida, pero pueden aparecer nuevas lesiones durante el resto de los primeros días cuando el exantema remite o se acentúa.

Desaparece antes de los 15 días sin ningún tratamiento.

EL CUIDADO DEL OMBLIGO EN EL RECIEN NACIDO

• La cura del ombligo: El ombligo se tiene que curar tres veces al día con alcohol de 70º o Mercromina según las normas del centro donde ha nacido el niño. Se tiene que cambiar la gasa en cada cura.

La venda que por tradición se ponía, se ha demostrado que no tiene ninguna utilidad, por lo que es aconsejable prescindir de su uso.

• Antes del mes de vida tiene que haberse desprendido el cordón umbilical, pero en alguna ocasión podemos observar:

– Caerse la PINZA que se ha puesto en la sala de partos En este caso, si el ombligo no sangra, la actitud es expectante y hay que seguir curándolo tres veces al día, como habíamos dicho hasta que se haya desprendido totalmente.

Si sangra de manera abundante, lo primero que hay que hacer es comprimir con una gasa estéril el cabo superior para que haga hemostasia, y posteriormente acudir al pediatra o al hospital.

– Algunas gotas de sangre que manchan la gasa que envuelve el cordón umbilical, pueden estar producidas bien por los movimientos del recién nacido o por la fricción del pañal. En este caso basta con hacer presión con una gasa estéril sobre dicha zona durante unos minutos para que deje de sangrar.

En caso de seguir manchando la gasa, o no parar de sangrar, sería conveniente acudir al pediatra o al hospital.

• La infección ombligo puede presentarse con las manifestaciones siguientes: aparición de líquido alrededor del ombligo o simplemente que la zona esté más húmeda de lo habitual, u observar que la zona ha cambiado de coloración a enrojecida, aparición de granitos (vesículas o pustulas), y/o fiebre del recién nacido, acompañado de cualquier síntoma citado anteriormente.

En este caso hay que consultar al pediatra y seguir limpiando con alcohol y otro antiseptico pero más veces al día y durante más rato, para poder destruir los posibles gérmenes que se han depositado en la zona.

Mantener el pañal por debajo del cordón umbilical, evitando así la humedad y con ello acelerando su cicatrización.

No utilizar polvos de talco ni pomadas para evitar así las irritaciones y las reacciones locales de la piel.

• Granuloma umbilical: Cuando se observa una secreción mucoide o mucopurulenta del ombligo después de que se haya caído el cordón, puede tratarse de un granuloma. Si es pequeño, puede verse solamente como un botón rojizo pálido o rosado en la profundidad del ombligo después de separarlo con cuidado y puede presentar secreción seropurulenta. Un granuloma grande se proyecta hacia afuera de la cavidad.

El tratmiento consiste en la cauterización con nitrato de plata; se debe repetir a intervalos de varios días hasta que se seque completamente la base.

• Hernia umbilical: Se debe a un cierre imperfecto o a una debilidad del anillo umbilical. Es especialmente frecuente en los neonatos de bajo peso; Se observa una hinchazón blanda, cubierta por piel, que sobresale especialmente cuando el niño llora, tose o se pone en tensión, y que se puede reducir facilmente a través del anillo fibroso del ombligo.

El tamaño del defecto puede ir desde menos de 1 cm hasta los 5 cm.

La actitud tiene que ser conservadora por las pocas complicaciones que acarrea, a la espera de que se cierre espontáneamente, y si no sucede así proceder a su cierre quirúrgicamente pasados los 4 años de edad por causas estéticas.

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