Ancell Scheker “Amo la educación”

Ancell Scheker “Amo la educación”

Ancell mostró desde su niñez inteligencia, perseverancia y habilidades para estudiar, cultivó excelentes relaciones de amistad y confianza con sus compañeros y formó parte de un grupo de jóvenes que formaron una fundación “Juventud por Juventud”, para ayudar a niños de escasos recursos con problemas de salud.

Esa experiencia fue inolvidable. Ancell nos cuenta que junto a este grupo tomó muchas iniciativas: “visitábamos regularmente hogares de niños para compartir con ellos y buscábamos la manera de cómo ayudarles (patrocinar los tratamientos, operaciones y el mantenimiento del hogar). Esas experiencias desarrollaron en mí una mayor sensibilidad ante las necesidades de los otros y sentido de solidaridad”.

Sus calificaciones como estudiante siempre fueron sobresalientes, siempre al día con sus tareas escolares, aunque ocupaba parte de su tiempo para practicar tenis, que ha sido una de sus pasiones. “Siempre fui buena estudiante, era muy consciente de mi deber, y tenía un alto nivel de responsabilidad”.

“Además, fue en los años de juventud que decidí buscar a Dios y eso hizo toda la diferencia en mi vida. Lo iniciado en mi juventud ha permanecido. Hoy colaboro en la Asociación Hope Worldwide República Dominicana, afiliada a la Iglesia de Cristo de Santo Domingo, de la cual soy miembro. Desde allí se organizan distintos programas para atender a la niñez y personas de escasos recursos. Actualmente cada sábado lo dedico a esas labores voluntarias, especialmente alfabetizando adultos”.

De sus padres cuenta que siempre recibió de ellos el apoyo necesario “en todo lo que emprendía”: desde pequeña supo que podía contar con sus progenitores. “Tuvieron siempre expectativas altas para conmigo y mis hermanos y nos dieron todas las oportunidades a su alcance para que nos desarrolláramos como personas útiles a la sociedad y lográramos nuestras metas. A ellos me dirigía para pedir cualquier consejo.

Mi familia es muy unida, nos formaron con valores muy sólidos, pues nos guiaron con el ejemplo. Mantenemos una relación muy estrecha. Ellos son mi mayor soporte”.

Ancell reconoce que en el proceso de la vida siempre surgen inconvenientes, obstáculos, pero esas dificultades se superan perseverando. “Personalmente me ha ayudado la fe y la confianza en la Palabra de Dios”.

Trabajo, éxito. “Creo que el éxito es fruto del trabajo, del esfuerzo, y del amor con que uno hace las cosas. Es necesario perseverar a pesar de los tropiezos y algunas frustraciones. Todos hemos pasado por situaciones difíciles, pero esos momentos son los que nos ayudan a formar nuestro carácter”.

“Para mí estudiar en el extranjero, lejos de mi familia, fue un gran reto. Estar en un lugar donde no conocía a nadie, en una cultura distinta, tener que enfrentar diversas situaciones por mí misma, son experiencias que me ayudaron a crecer y superarme. Fueron grandes desafíos. Es muy importante la actitud que uno asume ante cada situación”.

“Por ejemplo, hacer la tesis, siempre fue un momento de tensión porque tiendo a ser perfeccionista y eso hizo que para finalizarla tomara más tiempo del previsto, pero valió la pena. Me ocurrió en la tesis de la licenciatura, en la maestría y naturalmente en el doctorado. En ocasiones desfalleces. Sientes que no vas a ser capaz de lograrlo y piensas abandonar, pero es ahí donde hay que perseverar, recobrar fuerzas y seguir”. Ancell recibió un reconocimiento de la universidad por su investigación tanto en la tesis de la licenciatura como en la del doctorado. Esta última fue escogida como disertación distinguida por la Escuela de Educación.

No solo ha enfrentado dificultades en sus estudios sino en su trabajo. “Afronto situaciones complejas a diario en mi trabajo, que es muy delicado pues conlleva mucha responsabilidad, como es por ejemplo implementar las Pruebas Nacionales, una herramienta útil, indispensable, para identificar las deficiencias que tenemos en el sistema educativo y poder superarlas. Se presentan miles de obstáculos de todo tipo. Las cosas no siempre resultan como se planean y organizan, como uno quisiera”.

Educar es la diferencia La decisión de incursionar en educación preescolar fue para Ancell una meta que coronó con éxito. Ella estuvo siempre convencida de que solo educando se puede lograr la diferencia en el mundo. “Y mientras más temprano empezamos a educar a los niños, más rápido lograremos vivir en una mejor sociedad“.
Ancell ama la educación y, como siempre repite, “es mi pasión y mi misión”. Ella tuvo buenos ejemplos y recuerda con gratitud a varias personas, como la señorita Minetta Roques, directora del Colegio Santa Teresita, quien se entregó por completo a la tarea de educar; a Mechy Hernández, directora del Colegio Círculo Infantil, donde se inicia como maestra. “Ella y las profesoras con las que compartí creyeron en mí, me formaron, me orientaron y ampliaron mi visión”.

“Además, no puedo menos que reconocer agradecida los aprendizajes y el apoyo recibido por mis profesores de la Universidad de Albany, especialmente mi tutor de tesis, el Doctor Gilbert Valverde, para alcanzar el Doctorado (Ph.D.) en Administración y Política Educativa, la Beca Fulbright otorgada por los Estados Unidos. Recientemente recibí el Premio Internacional a la Excelencia. Este es uno de los momentos más emotivos de mi vida profesional”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas