Flérida Taveras, una anciana de 101 años de edad, está viviendo un infierno en la tierra, después de que se mudó a las afueras de El Naranjo, a 18 kilómetros de Santo Domingo, en busca de sosiego, pero una banda de cuatreros le invade su propiedad, roba y mata sus animales.
Madre de nueve hijos, cuatro fallecidos, Taveras vivía en el sector Los Tres Ojos, en Santo Domingo Este, pero el ruido y el irrespeto de vendedores por la proliferación de negocios, la hicieron dejar su casa en busca de lugar más tranquilo, por lo se mudó a El Naranjo, donde los delincuentes le hacen la vida imposible. Junto a su hijo Teodoro Rodríguez, pidió a las autoridades que frenen las acciones de esas bandas, que están acabando con el ganado, robando y dañando los cultivos, matando la esperanza y el deseo de vivir de los lugareños. Rodríguez dijo que hace apenas unos días delincuentes entraron a la propiedad y descuartizaron 40 chivas, algunas en gestación.
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Son chivos sin ley
Los cuatreros son parte de bandas organizadas que destruyen viviendas y parcelas y roban ganado en San Luis, El Naranjo, Bayaguana y otras localidades. Sin embargo, llama la atención que las autoridades no hayan emprendido acciones para encarcelarlos, a pesar de que a diario hacen denuncias en cuarteles policiales y ante el Ministerio Público, dijo Teodoro Rodríguez, que siente que sus vidas corren peligro.