Andorra, el país de los Pirineos

Andorra, el país de los Pirineos

Se dice que Andorra fue fundada por Carlomagno, el emperador de Occidente, allá por el año 805. Este pequeño país ubicado en los montes Pirineos, en la frontera entre Francia y España, tiene un poco más de 75 000 habitantes censados y 468 kilómetros cuadrados de superficie.

Entre sus mínimas fronteras existen 72 picos que superan los 2 000 metros de altura; dos parques naturales (Parc Natural de la Vall de Sorteny y el Parc Natural Comunal de les Valls de Comapedrosa); un espacio declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en la categoría de paisaje cultural (el Valle del Madriu-Perafita-Claror, de 4 247 hectáreas) y 303 kilómetros de pistas de esquí.

No es de extrañar que la nieve en Andorra sea el maná por el que disponen de 34 000 plazas hoteleras en 249 establecimientos turísticos -según datos del Gobierno de Andorra de 2013- y que lo visiten al año más de siete millones y medio de personas.

Disfrutando del esquí. Su ubicación, a tan solo 210 kilómetros de Barcelona (España) y a 200 de Toulouse (Francia) le convierten en un punto de interés europeo de primer orden para los amantes de los deportes blancos.

Cada invierno sus estaciones de Vallnord y Grandvalira son centro de reunión de los amantes de esta forma de diversión. Además, los andorranos ofrecen estaciones familiares, como Naturlandia (www.naturlandia.ad) y el Parador Canaro, especiales para el disfrute de los niños o para quienes se inician en cualquiera de las especialidades del esquí.

Grandvalira (www.grandvalira.com) posee 210 kilómetros de pistas en la zona norte del país y es el dominio esquiable más grande de los Pirineos. Para los niños cuenta con la pista infantil más larga del sur europeo, Mont Magic, el espacio Imaginarium y un mini “snowpark” en Grau Roig.

Vallnord (www.vallnord.com) es, no obstante, la estación familiar por excelencia con 93 kilómetros esquiables y posee un “forfait freestyle” Arinsal, además del Jardín de Nieve y el Proyecto Skimo, que propone tres circuitos de uso exclusivo para esquí de montaña.

Este pequeño país también es escenario ideal para la práctica de otras especialidades como el “freeride”, que es esquiar por un recorrido marcado por montañas vírgenes, con nieve en polvo, salvando pendientes y obstáculos. En este deporte de riesgo es imprescindible usar casco, detector de aludes y otros utensilios, como la pala.

En Andorra también se celebra en febrero el Junior World Championship, centrado en las grandes promesas del “freeride” mundial, y el Freeride World Tour, en Vallnord Arcalís, y la 23ª edición del Trofeo Borrufa, en el que participan las jóvenes promesas del esquí internacional, de entre 11 y 16 años.

Otras pruebas que se celebran en las pistas de Andorra son el Campeonato del Mundo de Kilómetro Lanzado, pruebas de velocidad de esquí alpino de las categorías masculina y femenina y el Total Fight Masters of Freestyle de “snownorard” y “freeski”. Pero también se pueden practicar otros deportes blancos como el “speedride”, especialmente en Vallnord. En esta modalidad el esquiador consigue, durante su descenso, la inercia para soltar un parapente y elevarse varios metros.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas