ANDRES FERREIRAS – Bosch, Bush y el Pentagonismo

ANDRES FERREIRAS – Bosch, Bush y el Pentagonismo

Recientemente fue publicado un artículo bajo la firma Willian Hughes, quien hace referencia difusa a lo expresado por don Juan Bosch en una de sus obras. A continuación, transcribo un artículo inédito sobre el mismo tema que elaboré cuando empezaba la ofensiva norteamericana sobre Irak. Destaco las citas textuales a la que quizás el señor Hughes no tuvo acceso, sin ánimo de descalificar sino esclarecer y ampliar su texto.

Nuestro Juan Bosch, en un ensayo publicado hace 34 años, bajo el título «El Pentagonismo, sustituto del Imperialismo», nos legó uno de los mejores análisis escritos sobre las bases de la política exterior de los centros de poder y el gobierno de los Estados Unidos y, si bien es cierto que muchas cosas han cambiado en el mundo, todas han favorecido a la supremacía militar del gigante del Norte, por lo que su actuación internacional mantiene su esencia.

Bosch, en primer lugar afirma que el imperialismo, definido por Lenin como la última fase del capitalismo, encontró un sustituto en el pentagonismno: «El capitalismo de hoy es capitalismo sobredesarrollado. Este nuevo tipo de capitalismo no necesita ya recurrir a territorios dependientes que produzcan materias primas baratas y consuman artículos manufacturados caros» (Juan Bosch, op.cit.) Aunque el imperialismo y el pentagonismo se parecen bastante, en este último no se intenta conquistar territorios ni explotar a las colonias conquistadas, sino que la explotación se ejerce contra el pueblo del país pentagonista.

«Para lograr la explotación de su propio pueblo, el pentagonismo realiza la colonización de la metrópoli, pero como para colonizar a la metrópoli hay que hacerlo con el mismo procedimiento militar que se usaba para conquistar una colonia y resulta que la guerra no puede hacerse contra el pueblo propio, los ejércitos metropolitanos son lanzados a hacer la guerra contra otros países» (J.B., op.cit.).

Tal era la lucidez y la capacidad de análisis de nuestro Juan Bosch, que como verán en el párrafo siguiente, se explica lo que actualmente está sucediendo en Irak: «Las fuerzas militares de un país pentagonista no se envían a conquistar dominios coloniales. La guerra tiene otro fin; la guerra se hace para conquistar posiciones de poder en el país pentagonista, no en un territorio lejano. La que se busca no es invertir capitales sobrantes con ventajas; lo que se busca es tener acceso a los cuantiosos recursos económicos que se movilizan para la producción industrial de guerra; lo que se busca son beneficios donde se fabrican las armas, no donde se emplean, y esos beneficios se obtienen en la metrópoli pentagonista, no en el país atacado por él». En otras palabras, Bosch nos dice, que lo que está haciendo Bush, no es otra cosa que beneficiando a la industria de la guerra, que es pagada por el contribuyente norteamericano. Basta recordar que un misil Tomahawk, de los que se dispararon más de 700 sobre Irak, cuesta un millón cuatrocientos mil dólares cada uno, y que el presupuesto solicitado y aprobado para esta guerra es de unos 80 mil millones de dólares, que no se recuperarán a corto plazo, aún haciendo uso intensivo del petróleo iraquí.

El presupuesto de Defensa para el 2004, es el mayor aprobado por gobierno alguno, y alcanza los 400,000 millones de dólares.

Bosch nos menciona dos ventajas básicas que el pentagonismo tiene sobre el imperialismo; la primera, de corte económico, y de la cual tenemos una idea; y la segunda, de índole moral, donde vale la pena detenernos para darnos cuenta de donde sale el rimbombante nombre de «Liberación de Irak», como han llamado los pentagonistas a la campaña de destrucción que hoy copa todos los noticiarios y arrasa a la antigua Mesopotamia: «Los jóvenes incorporados al ejército se convencen fácilmente de que su país no es imperialista, de que no está guerreando para conquistar un territorio colonial. Es más se les hace creer que están yendo a la muerte para beneficiar al país atacado. Y esto es muy importante, porque para llevar a los hombres a morir y a matar hay que ofrecerles siempre una bandera moral que endurezca sus conciencias y los justifique ante sí mismos» (JB, op.cit.)

Otras de las grandes observaciones hechas por Bosch en su obra, trata sobre la composición del pentagonismo, que lejos de ser obra de una camarilla, está constituido por el poder militar, como sostén principal, y por «financieros, industriales, comerciantes, escritores, periodistas, agentes de propaganda, políticos, religiosos; el pentagonismo es una suma de grupos individuales privilegiados…»

Con la aprobación de fondos para la guerra en Irak por parte del Congreso de los Estados Unidos, quedó de manifiesto otro punto tratado por Bosch en su ensayo. De acuerdo a la Constitución de los Estados Unidos, cabe al Congreso solamente, declarar la guerra a cualquier otra nación, cosa que no se ha producido en los últimos tiempos, y sin embargo las agresiones se han perpetrado sin ningún rubor. En un país tan institucionalizado como los Estados Unidos, esto es explicable sólo por el poder extraordinario que detentan los pentagonistas. Bosch, lo afirma de la siguiente manera: «Los representantes legales del pueblo, que son los miembros del Congreso, no tienen ni voz ni voto en una acción que sólo ellos podrían autorizar; en cambio se ven forzados a autorizar los gastos de esa acción; a ordenar al pueblo que pague una guerra que se hace sin que se haya cumplido el requisito que reclama la constitución».

Publicaciones Relacionadas

Más leídas