Andrés L. Mateo en dura respuesta a críticas de Euclides Gutiérrez

<p>Andrés L. Mateo en dura respuesta a críticas de Euclides Gutiérrez</p>

POR ÁNGELA PEÑA
Euclides Gutiérrez Félix cree que tiene licencia en este país para decir lo que le dé la gana y hace mucho tiempo que la gente que sí tiene pertinencia científica y trabajo académico se lo estÁ advirtiendo. Pero él es un político de altos vuelos, un hombre de poder emocionalmente vinculado a la dictadura trujillista.

Andrés L. Mateo hizo estas consideraciones en respuesta a la afirmación del historiador quien manifestó en una pasada publicación de Areito que el 90 por ciento de lo que ha escrito el laureado intelectual es mentira, producto de su imaginación, lo que demostró, según él, en cuatro artículos publicados en la prensa rebatiendo otros en los que Mateo desmentía aseveraciones de Gutiérrez Félix sobre Johnny Abbes, una supuesta conversación de Trujillo con el Papa Pío XII, y evaluaciones  sobre la novela “La fiesta del chivo” de Mario Vargas Llosa.

Para el profesor universitario, novelista, poeta, ensayista, Gutiérrez Félix no está capacitado para hablar de la novela de Vargas Llosa ni desde el punto de vista de los conocimientos literarios ni históricos. Tampoco para discurrir sobre  realidad o ficción. “Yo no conozco la obra histórica que Euclides Gutiérrez Félix ha realizado que no sea la que se fundamenta en el reino de la oralidad, y en consecuencia, no creo que tengan pertinencia sus juicios en relación con estas diferenciaciones”.

Señaló que “lo que intenta desdibujar Euclides desde el marco de sus inclinaciones afectivas, es la participación de Johnny Abbes en todo el escenario de la etapa final de Trujillo y puede él tener motivos de carácter sentimental para tratar de desvirtuar esta participación. Pero las documentaciones son abundantes y restituyen a la figura de Johnny Abbes no sólo en el aparato de represión sino en las estrategias de comunicación” del régimen. Manifestó que el  Jefe del Servicio de Inteligencia Militar del trujillato no estaba en la República Dominicana el día de la muerte de las hermanas Mirabal porque está documentalmente comprobado que estaba en el extranjero “haciendo diligencias para fortalecer a Radio Caribe” y que de la emisora y de esa estructuración alrededor de la llamada “Era de Trujillo” “sí puede Gutiérrez Félix saber más que yo”. Reiteró el anuncio de la próxima salida de un libro sobre “Radio Caribe”, sin revelar el autor.

Destacó que los juicios de Euclides Gutiérrez generalmente se basan “en testimonios orales de gente que ha fallecido o que no puede responder a las cosas que él afirma haber presenciado”.

“En relación con la diferencia entre ficción e historia, el desconocimiento de Euclides es garrafal. La ficción tiene sus propias leyes, la ficción puede incluso partir de un hecho documental y toda la novela, desde Walter Scott hasta nuestros días, se funda en la historia, pero no necesariamente tiene que tener las conclusiones objetivas que la legitimación del universo de la historia reclama, porque el discurso de la ficción tiene sus propias leyes”, significó.

Andrés L. Mateo Expresó que la lectura de las declaraciones del reconocido abogado y educador en torno al tema de la novela histórica lo dejó “sencillamente estupefacto, no extrañado, pero sí estupefacto, primero porque parece que él olvidó que no escribió cinco artículos, sino una reflexión de una página en el periódico HOY, a la que respondí con otra en el Listín Diario”.

Johnny Abbes y Pío XII

Luego de hacer profundas explicaciones sobre el trabajo del historiador y el del escritor de ficción, Andrés L. Mateo se refirió a las opiniones de Euclides Gutiérrez Félix que desataron la polémica entre ambos. “El inicio de nuestra discusión se dio a partir de una afirmación que, por cierto, tú misma, Ángela Peña, reseñaste: la de aquella tertulia en la que Euclides dijo que Johnny Abbes no había matado en la República Dominicana gente de importancia social y Emilio Cordero Michel, que estaba presente, le respondió y yo escribí después un artículo  que no tenía nada que ver con la ficción”.

Mateo dice haber demostrado con pruebas documentales “la importancia que siguió teniendo Johnny Abbes García en el aparato represivo de Trujillo a pesar de la renuncia al SIM en la época en que matan a las Mirabal, que confirman que esta última etapa de la Era de Trujillo estuvo caracterizado por el predominio y la influencia de Abbes hasta el punto que a Trujillo prácticamente se le califica por esa ultima parte en la que, por  ejemplo, la influencia de los grandes intelectuales, de ese famoso areópago de intelectuales había disminuido porque Trujillo estaba en franca decadencia”.

Añadió que esa columna suya fue lo que motivó la réplica “airada” del distinguido miembro de la Academia Dominicana de la Historia. “Creo que esa prepotencia él podrá exhibirla en el ámbito político pero en el ámbito histórico no tiene ninguna fundamentación ni posibilidad de ser creído”.

Recordó que en el encuentro citado, Gutiérrez Félix aseguró que fue el Papa Pío XII quien sugirió a Trujillo la celebración de La Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, en 1955. “Revisé toda la documentación cuando escribí mi libro “Mito y cultura de la Era de Trujillo”, tanto de la visita de Trujillo a España como a Roma y en ningún sitio aparece referencia alguna” a ese hecho. “No hay un solo autor en este país, exclamó Mateo, que diga una cosa semejante. El hecho de él decirlo  sugiere o que se lo dijo el Papa Pío XII o que fue Trujillo directamente quien le dio esta confirmación. Eso sí es imaginación, eso sí es especular porque especular es aplicar a la realidad las categorías del pensamiento. La realidad fue otra y nadie, en su sano juicio, a menos que sea una figura tan prepotente como Euclides Gutiérrez Félix, puede decir que fue Pío XII quien hizo esa recomendación a Trujillo”.

Mateo indicó que tiene muy bien delimitada, hasta por su vida profesional, cuáles son las características del acto de la escritura que atiende a los requerimientos de la historia y cuáles a los de la ficción. Manifestó que conoce también los límites del historiador.

Finalizó expresando que los juicios sobre él expresados por el doctor Gutiérrez Félix no lo aterran. “Que él diga que mis planteamientos fueron esencialmente producto de la imaginación no me da la menor descalificación. Lo que sí repito es que las respuestas que le di, todas, tenían base documental y citas. En el caso de su afirmación, la única base documental es su expresión verbal, lo que él dice”.

Holguín defiende sus dos novelas

El escritor Miguel Holguín-Veras defendió los argumentos de sus novelas “Asalto y muerte” y “Juro que sabré vengarme” para refutar conceptos en torno a la obra emitidos por  Fernando Casado y Euclides Gutiérrez Félix. Respondiendo a Casado dijo que no ha sido él quien ha vinculado a militares en el asalto a The Royal Bank of Canada “sino la vox populi, en unos casos, y en otro, específicamente en el de Ludovino Fernández, los mismos asaltantes al dejar escrito un mensaje que decía: “Coronel, cumplimos la misión. Nos veremos”. Manifestó que sabido de todos es lo que pasó después con Ludovino Fernández a quien Trujillo degradó y envió a la cárcel “en un gesto de teatralidad”.

En cuanto a la vinculación que hace de Fausto Caamaño expresó que se produjo porque uno de los delincuentes usó para el asalto la placa sustraída de un vehículo de su finca. A Petán Trujillo, añade en otro orden, involucró la voz del pueblo. Destacó que, “por lo bajo, como lógicamente tenía que ser, José Arismendy aspiró a la presidencia de la República, aspiración  la cual  hizo pública a la muerte del tirano”. Con esta aseveración se refiere a declaraciones de Euclides Gutiérrez quien declaró que ningún familiar del dictador tenía esas pretensiones.

Al reconocido abogado y político le contesta declarando que “todo historiador serio debe saber que en ningún caso debe la Historia valerse de la Novela, no así la Novela que sí puede valerse de la Historia” que basta, según él, que se haga constar de manera clara, precisa, que se trata de una novela, no de una historia. “Y creo que mis dos novelas lo expresan de una manera precisa en las portadas. Por el contrario, un historiador jamás debe valerse de un hecho novelesco en los textos que produzca, que si nos atenemos a las reacciones de nuestro Miembro de la Academia de la Historia (Euclides Gutiérrez) para ser que esto es lo que hace”.

Utiliza diversas fuentes y documentos para demostrar que los atracadores fueron asesinados en el campo de tiro, y no en el de béisbol como aseguró Gutiérrez Félix. Cita el libro sobre Ludovino Fernández, que escribió su hijo Emilio Ludovino Fernández, en donde aparece un testimonio del doctor Héctor Pérez Reyes que asegura que fue en el Campo de Tiro. Así mismo reproduce crónicas de los periódicos  La Nación y  El Caribe donde se hace igual aseveración y comenta: “No quisiera tildar de mentiroso al historiador Gutiérrez, aunque sí me veo precisado a decir que falta a la verdad cuando afirma haber visto los cadáveres “esparcidos en el campo de béisbol”.

Defendió la labor realizada por Petán Trujillo en La Voz Dominicana, aunque ese aspecto de la vida del hermano del Generalísimo no fue mencionado ni por Casado ni por Gutiérrez quien en el reportaje señalado tildó a Petán de delincuente. “Si nos atenemos a la máxima que reza “que no es como se comienza sino como se termina, habría que cambiarle el calificativo. Pero no fue éste el caso de Gutiérrez quien hasta un alto funcionario fue durante la nefasta Era. Y en cuanto a lo que dicen tanto Casado como Gutiérrez de que si algún militar hubiese estado involucrado en el asalto le hubiese dado sus armas para la consumación del crimen, algo similar dije yo al poner, como novelista, en boca de Eudes palabras similares”.

Añade Holguín-Veras que “en franco desprecio por el historiador nativo”, al que confesó respetar pero que Miguel Holguín considera que irrespeta, Gutiérrez  tuvo palabras elogiosas para las novelas “Boves el urogallo” y “En la casa del pez que escupe el agua”, de Francisco Herrera Luque, esperando que los nativos tengan la resonancia internacional del escritor venezolano. Al respecto escribió Holguín que, sin intentar comparar su novela, “Juro que sabré vengarme” lleva ya tres ediciones. También detalla los análisis que en el ámbito internacional se han hecho de la obra, elogiándola.

Reiteró Holguín que fue el pueblo quien vinculó a Petán Trujillo y a Fausto Caamaño en el asalto a The Royal Bank of Canada y destacó que desde que circuló su novela “Juro que sabré vengarme” Euclides Gutiérrez la emprendió contra el libro. En torno al caso de Ozema Petit  dijo Gutiérrez que no fue rapto, sino fuga, pues ella y el capitán Ernesto Pérez eran novios y sobre el particular anotó Holguín que Gutiérrez hace la afirmación “como si se tratase de algo que aconteciese ante sus propios ojos, cuando en realidad no estaba nacido al ocurrir el acontecimiento. Podrían haber sido novios, lo que no eliminaría la condición de secuestro como lo prueban no sólo la reacción de toda una sociedad sino la carta al Presidente de la República firmada por más de 300 hombres y mujeres representativos de la región, incluyendo al padre de Manolo Tavárez Justo”.

Concluyó expresando que su respuesta no tiene ningún motivo personal en contra de Gutiérrez Félix ni de Fernando Casado “sino defender mis obras contra aviesas críticas que de manera sistemática se han venido haciendo”.

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