POR ALVIN VALDEZ
MIAMI, Florida .- En esta época moderna del béisbol los agentes o representantes de los jugadores asumen un rol de mucha importancia en sus carreras.

Estos agentes surgen en las Grandes Ligas de manera tímida en los años 60, luego a partir del inicio de la agencia libre a principios de los 70 empiezan a abundar en las mesas de las negociaciones de contratos entre dueños y jugadores.

Andrés Mota ex-jugador profesional se convirtió en agente de peloteros apenas concluyó su etapa de jugador activo en 1994. Andy, como es conocido mayormente, es hijo de nuestra gloria del béisbol Manuel Mota.

«Nuestra responsabilidad es negociar el mejor contrato económico posible para nuestros clientes. Estas funciones se han expandido en los últimos tiempos.

“En la actualidad los jugadores necesitan mas atención de nuestra parte. Tenemos que coordinar todo lo que está fuera del terreno de juego para ellos. Cada uno tiene necesidades diferentes y esto se convierte en un gran trabajo», dijo Mota al HOY.

Andy reside en la Florida y maneja la división de Latinoamérica para una agencia fundada por Tom Reich quien fue el primer super agente en los inicios de estas funciones en los 60.

Reich se dedicó en esa época a representar a las minorías que estaban compuestas por jugadores negros y latinos. Mota representa en la actualidad a jugadores de la talla de Miguel Cabrera, Luis Castillo, Carlos Lee, José Guillén, Hanley Ramírez entre otros más.

«Ser ex-jugador me ayuda a entender cuales son sus necesidades, hablamos el mismo idioma y nos convertimos en algo mas que una relación comercial. Somos amigos y confidentes a la vez» , añadió.

Gran parte del trabajo de los agentes es todo lo referente a publicidad y apariciones públicas. Además se encargan de todas las negociaciones con compañías fabricantes de útiles deportivos y casas comerciales.

«Les sugerimos cual bate, guante, zapatos, lentes, etc. conviene usar en materia económica y les conseguimos el trato con la casa fabricante. Buscamos cuáles comerciales le benefician en cuanto a su imagen, además la casa donde vivirán durante la temporada, su carro, teléfono, pasajes para familias.

En fin todo lo hacemos nosotros, ellos solo tienen que preocuparse por jugar béisbol», dijo el agente.

«Nos sentimos satisfechos cuando desde la nada logran ser famosos y viven entre lujos. Es un trabajo en conjunto donde los peloteros ganan millones y la agencia se gana entre un 3 y 5% de estos contratos. Siempre le tratamos de conseguir lo mejor, pero la última palabra, la verdadera decisión es del jugador», concluyó.