ANEIH sugiere no trasladar todo el aumento de los fletes al valor de mercancías, reformular Ley 112-00 de Hidrocarburos y corregir errores en la clasificación mercancías
La lección en el manejo de la pandemia del Covid–19 debe replicarse en la respuesta a la inflación: los sectores público y privado deben unirse para tomar las medidas que mitiguen los efectos de los factores externos en los costos internos y en los precios.
En ese sentido, al participar como invitados en el Encuentro Económico de HOY, los directivos de la Asociación Nacional de Empresas e Industrias Herrera (ANEIH), Noel Ureña, presidente; Desirée Logroño, tesorera; Rommy Grullón, vocal; Angelo Viro, segundo vicepresidente, y Euri Andújar, secretario citaron que entre las medidas que deben tomarse está el no seguir valorando las mercancías en Aduanas incorporando todo el incremento abrupto que han registrado los fletes marítimos en el valor sobre el cual se aplican los impuestos y reformular el impuesto a los combustibles.
El presidente de la ANEIH reconoció que no solo se debe tomar en cuenta el FOB (Valor Libre a Bordo), ya que el Gobierno necesita recursos para invertir, no obstante, plantea que en tiempo de crisis también el Estado debe hacer un sacrificio.
Es por eso que la ANEIH sugiere que si antes de la pandemia se estaba pagando un valor de US$2,800 por contenedor, que se duplique y se pague US$$5,600 (por decir un número), ya que el aumento en los fletes es “artificial”, porque es un problema de logística.
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Los directivos de la ANEIH puntualizaron que el impacto del costo de los fletes en la producción industrial pasó de menos de 1% a entre 8% y 10%, lo que es un incremento considerable.
Dijeron que ya esa posible medida ha sido presentada por la ANEIH y otras asociaciones a las autoridades correspondientes en una mesa de trabajo en la que se había logrado casi un consenso, pero la solicitud no ha sido atendida.
Otra medida sugerida por los empresarios es que se deben corregir cambios que se han producido en la clasificación de algunas mercancías importadas, que de materias primas han pasado a ser consideradas bienes de consumo final, pagando mayores impuestos. Por ejemplo del sulfato de sodio, el cual es utilizado para fabricar productos de higiene personal, pero ha sido reclasificado y ahora está gravado como si fuera un bien de consumo final.
Los dirigentes empresariales ven cómo esa situación perjudica a la producción nacional y a los consumidores, por lo que ese tema se ha notificado a la Dirección General de Aduanas (DGA), entidad que según dijo Ureña ha alegado que no es un procedimiento intencional.
Impuestos a los combustibles
El presidente de la Asociación Nacional de Empresas e Industrias Herrera (ANEIH), Noel Ureña, dijo que la iniciativa de modificación de la Ley de Hidrocarburos debe apuntar a la reducción de los impuestos.
Consideró que la propuesta del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) que sugirió bajar los impuestos a los combustibles es la “más viable”, porque hay que buscar un equilibrio para proteger a los que menos tienen.