SURPRISE, Ariz.- El torpedero Angel Berroa, cuando no está brincando en el clubhouse de los Reales, generalmente puede ser encontrado sentado frente a su vestidor con unos audífonos puestos. Merengue, bachata y salsa, música latina. Esta es la manera en que se relaja el Novato del Año de 26 años.

“Es un tipo divertido”, dijo el intermedista Desi Relaford. “Me gustaría hablar un poco más de español para poder entenderlo más. Pero siempre está de buen humor. Siempre sonríe. Es alguien con quien se puede estar”.

Por ahí está Berroa corriendo en los camerinos durante la hora de almuerzo. ¿Quién sabe por qué? Todo el mundo sonríe. Ahí está Berroa cantando y todo el mundo riendo.

Los Reales están contando en que Berroa haga mucha bulla, pero con su bate. El dirigente Tony Peña ha designado a Berroa como primer bate de la alineación, algo que hizo apenas 17 veces el año pasado.

“Sí, está bien”, dijo Berroa. “Como te dije, uno solo batea de primero una vez por juego”.

La gran interrogante es si Berroa, un bateador libre, puede exhibir más paciencia como primer bate.

“Tengo que hacerlo porque quiero embasarme para que los muchachos me empujen, así que tengo que esperar más lanzamientos”, dijo.

La temporada pasada no fue muy paciente, cuando se ponchó 100 veces y recibió apenas 29 transferencias.

Berroa puede que solo abra una vez por juego, pero en nueve entradas, será quien prepare la mesa para los grandes cañones detrás de él – Carlos Beltrán, Mike Sweeney y Juan González.

“Ellos no quieren transferirlo”, dijo el coach de bateo Jeff Pentland.

Entonces lo que Berroa necesita hacer es ser más disciplinado, reconocer los lanzamientos y dejar pasar los que están fuera de la zona de strike.

“Hay ciertas situaciones”, dijo Pentland, “en las que deberá obligar al lanzador a tirar por donde él quiera”.

Versión (Dionisio Soldevila Brea).