Ángela Hernández Núñez agradecida por premiación

Ángela Hernández Núñez agradecida por premiación

Fue una gran noche para la escritora Ángela Hernández Núñez, no sólo porque recibió el Premio Nacional de Literatura 2016, que otorgan la Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura, sino porque se llevó tremenda sorpresa que la dejó sin palabras, aunque sus ojos lo expresaban todo, cuando vio a su hijo Giordano Sosa Hernández, que vino desde México y a quien tenía un año sin ver, a presenciar junto a toda su familia este premio tan especial y merecido por su trayectoria profesional.
Faltando poco para las 7:00 de la noche, Ángela llegó a Bellas Artes y, segundos después, su otra hija, Carolina Soto, junto con su esposo e hijo. Al entrar los que ya estaban allí la recibieron con elogios y muestras de cariño. Ella estaba con la emoción a flor de piel por la cercanía del momento en que ella iba a ser protagonista.
Después de compartir un rato, los asistentes pasaron a la sala Máximo Avilés Blonda para el inicio del acto con el coro de cámara Koribe, del Ministerio de Cultura, que interpretó canciones de Luis Alberti, Julio Gautreaux y otros.
Roberto Cavada, que fue el maestro de ceremonia, llamó a José Álcántara, asesor de la Fundación Corripio, quien dijo que es una satisfacción para esta entidad entregar el Premio Nacional de Literatura a la escritora galardonada por unanimidad por los rectores de seis de las principales universidades del país. Luego el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, expresó: “Estoy seguro de que cuando se premia a una buena escritora, que al mismo tiempo es un ser humano de calidez, humilde sin ser sumisa, más que a ella nos estamos premiando nosotros, porque Ángela representa lo mejor”. Luego, la escritora Jeannette Miller habló sobre la trayectoria y logros de la galardonada.
Después de su discurso, José Luis Corripio Estrada, presidente de la Fundación Corripio, y el ministro de Cultura le entregaron un certificado y un cheque por un millón de pesos.
La galardonada agradeció a Dios, a sus colegas, a la FC, a sus hijos, familiares, amigos, a todas las empleadas domésticas y a las editoriales que han publicado sus obras. “Gracias a todas las personas que con sus faenas diarias sostienen la fe y la confianza indispensable para cimentar un optimismo edificador”, expresó la escritora.

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