BERLÍN. AFP. La jefa del Gobierno alemán Angela Merkel logró una rotunda victoria en las elecciones legislativas del domingo, que le supone un tercer mandato de cuatro años al frente de la primera economía de Europea. Su partido conservador CDU/CSU recabó un 41,5% de votos, según resultados oficiales provisionales.

A sus 59 años, la canciller alemana confirmó que es «la mujer más poderosa del mundo», como la ha declarado la influyente revista Forbes en siete ocasiones. Hija de un pastor protestante, casada dos veces y sin hijos, Merkel demostró,al obtener esta histórica victoria, que sigue siendo sumamente popular en su país. Tan popular, que Merkel obtuvo una mayoría absoluta en las elecciones legislativas de ayer. En cambio sus socios liberales se quedaron fuera del parlamento, según las primeras estimaciones.

Después de ocho años al timón del país considerado el motor de Europa, y tres liderando la búsqueda de una salida a la crisis en la eurozona, Merkel se muestra preparada a dirigir su país otra vez más, sin que su imagen haya dado muestras de sufrir el desgaste del poder y las embestidas de la crisis económica mundial. Nacida y formada en la ex-RDA, donde obtuvo un diploma de física, la líder conservadora es llamada a veces «la canciller de hierro», por su férrea defensa de las políticas de austeridad. Pero los alemanes la apodan también «Mutti» («Mamá»), porque les inspira una gran seguridad, en medio de las tempestades europeas.

«Estoy determinada a ver que Europa emerge más fuerte de la crisis», insiste Merkel, dentro y fuera de su país. «Alemania sólo puede ser fuerte con una Europa fuerte», repite, una y otra vez, la canciller, asegurando que Berlín no aspira a ejercer una hegemonía sobre la Unión Europea. Durante esta campaña electoral, Merkel hizo hincapié en su programa de continuidad, subrayando que la estabilidad en Europa «es crucial para el bienestar de Alemania». Veintitrés años después de la histórica reunificación, «Merkel encarna a la perfección las sensibilidades de los alemanes en estos comienzos del siglo XXI», explica el responsable del influyente semanario Die Zeit, Josef Joffe.

La canciller «es perfectamente predecible, en su flexibilidad. Y al electorado, que detesta el riesgo, le encanta eso», escribió Joffe.

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El Partido Liberal fuera del parlamento

El Partido Liberal alemán, el FDP, se ha quedado fuera del parlamento por primera vez en sus 65 años de existencia, un fracaso tras cuatro años difíciles en coalición con Angela Merkel. Con cerca del 4,5% de los votos, el FDP ha cosechado su peor resultado a nivel nacional desde su creación, en 1948. Por tanto, no contará con representación en el Bundestag en esta próxima legislatura, ya que se necesita un mínimo del 5% de los votos para entrar la cámara baja del parlamento alemán.

«Es el peor resultado que hemos registrado», dijo el responsable del partido para estas elecciones, Rainer Brüderle. En las legislativas anteriores, en 2009, el FDP obtuvo el mejor resultado de su historia, con cerca del 15% de los votos, gracias al ministro de Relaciones Exteriores saliente, Guido Westerwelle.

En plena recesión, la reputación de competencia económica del partido atrajo a muchos electores, seducidos por las promesas de reducir los impuestos. Pero, ha perdido claramente su competencia pasada en materia económica y fiscal», según el politólogo Oskar Niedermayer.