Angela Peña – El qué dirán

Angela Peña – El qué dirán

Si usted está pendiente del qué dirán para hacer las cosas y, si usted está esperando la aprobación de los demás para actuar, es usted un ser dependiente y probablemente muy inmaduro. Si usted está sometido a la aprobación, al veredicto de los demás para moverse por la vida, usted es un preso de la gente. Si usted vive pendiente de lo que piensen los otros para luego actuar, será siempre una persona fácilmente manipulable.

Someterse al criterio de los otros es vivir subordinado a los caprichos, estados de ánimo, intereses, opiniones y mil cosas más de los demás. Es entregar a otros la libertad, la iniciativa, la creatividad; en una palabra, la vida a otros. Es amarrarse de pies y manos y quedar inmóvil, paralizado en la vida.

Usted tiene que aprender a escuchar y a buscar los sabios consejos e investigar en unos y otros, en la experiencia de la vida y en los libros, las pistas para caminar por la existencia. Nadie nació sabiendo. Los inteligentes escuchan, aprenden, observan y los pasos que dan los hacen movidos por estos factores: lo que han visto, oído, aprendido, más sus pensamientos y criterios personales, su juicio crítico, su propia experiencia y lo que han sentido que Dios les ha dicho. Pero no son barcos que van a la deriva sometidos a los vientos caprichosos de los demás, de los que más gritan, de los que más tienen influencia económica o cualquier otra clase de poder.

Pero quiero insistir en esto: las personas plenas, completas son las que más piensan, analizan, usan su juicio crítico, buscan razones y evidencias. No se creen todo lo que los demás expresan. No aceptan cualquier “verdad” dicha. Son las que atienden a argumentos y no aceptan ser manipuladas ni presionadas. Quieren ser convencidas. Por esto están alertas, con los ojos abiertos, no dejándose llevar por pasiones momentáneas, sino viendo con más amplitud, juzgando las cosas con principios sólidos, viendo la trascendencia de los actos. Son las que buscan analizar la realidad con objetividad. Son las que actúan con cierta lentitud para analizar, convencerse y dar un paso decisivo. Pero cuando lo dan, perseveran, se mantienen firmes en su postura, aceptan todas las consecuencias de su opción. Son las que al dar la palabra la cumplen. Son dueñas de sí mismas. Valoran sus pensamientos y criterios propios. Estas personas actúan pensando en sus motivaciones, de acuerdo con lo que han decidido.

Ellos no están interesados ni se “mueren” por conocer la opinión de los demás. No les asusta ni les acobarda el que otros difieran o no estén de acuerdo con sus actos. Tampoco se apoyan obsesivamente en los aplausos o en la aprobación de otros. Esto no es motivo para que continúen caminando. Ellos van hacia delante, porque están convencidos. Ellos siguen un camino, porque han visto la verdad. Son la gente madura, cuya vida es como una pieza de granito ya que están construyendo su existencia en la solidez de la roca de la verdad y el análisis, del juicio crítico y de la decisión. Son los que lo sepan o no, quienes descansan en la verdad que es Cristo, roca eterna, camino hacia la plenitud y hacia el Reino.

Usted puede ser así si construye su “casa”, su vida, en Cristo Jesús. Así vencerá la tentación de caer en la manipulación de los demás –cosa cómoda, pero triste propia de mediocres. Recuerde, con Cristo es posible, porque con Él, usted es ¡INVENCIBLE!

(Enviado por Alina Mattos, desde Panamá. Tomado de “Un mensaje al corazón”).

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