Los periódicos electrónicos están de última. En República Dominicana comenzaron tímidamente a reproducir noticias de los impresos, después pasaron a recoger todos los artículos censurados en los medios escritos y como constantemente surgía uno nuevo con mayor novedad en presentación y variedad en el contenido, la competencia hizo que los primeros reestructuraran su diseño, mejoraran sus secciones e hicieran más creíbles sus opiniones que, muchas veces, no pasaban de ser rumores que luego debían desmentir.

Ya hay decanos en esa red de tantos teóricos y analistas que no necesitan “plagosear” un espacio para tener derecho a la palabra. Y hay empresarios digitales que bajan línea a sus ejecutivos y éstos, a su vez, al personal bajo su mando.

Entre los periódicos que se envían por Internet, producidos en el país, están Clave Digital, Perspectiva Ciudadana, Cibaonews, diario@diario y dompress, entre otros. Este último parece que fue fundado exclusivamente para la campaña electoral pues no ha vuelto a circular después del 16 de mayo.

Aunque casi todos sus realizadores son profesionales reconocidos por su capacidad y seriedad, a algunos los caracteriza la chabacanería y un sensacionalismo que les ha hecho perder lectores, pues el interés se queda en el ámbito de un titular atrayente que al llevar a la información lo que ofrece es una nota adaptada al interés personal o al resentimiento íntimo de autores y editores, a solemnes vacuencias sin sentido, a relajos que no hacen gracia. Otros, sin embargo, son proyectos tomados muy en serio por quienes los dirigen y realizan. Orientan, informan, denuncian, hacen impactantes revelaciones que ningún medio de comunicación nacional publica. Sus análisis son imparciales, profundos, despojados de pasión. Todo el material es preparado exclusivamente para el medio electrónico, no copiado, como es el caso, por ejemplo, de Clave Digital.

Los medios electrónicos del país se superan cada día y nada tienen que envidiar a extranjeros hechos a lo que coja mi bon.

Parece, no obstante, que a pesar de sus esfuerzos y eficiencia, los periodistas interactivos ganan menos que redactores y reporteros de medios tradicionales y que, además, se cuestiona su aptitud e inteligencia. Una encuesta realizada por el diario El Tiempo, de Colombia, señala que los “on line” ganan menos que sus colegas de la edición en papel y que son vistos por estos como profesionales de menor nivel, según publica el argentino La Nación.

La indagatoria fue realizada en América Latina y contestada por más de setenta editores de sitios web. El informe dice que los digitales van muy poco a los lugares donde ocurren las noticias y que aunque no tienen formación académica, desean adquirirla. No es el caso de la mayoría de criollos.

“Las ediciones digitales concentran la mayor cantidad de su contenido propio en noticias calientes, entretenimiento, deportes y tecnología”, añade.

Pese al auge de esta nueva modalidad, parece que no hay vida para los chicos de la prensa electrónica, según la encuesta: “La mayoría de las empresas que los emplean aseguran que los ingresos que generan sus páginas ‘on line’ no les alcanza para mantener su operación por lo que se han planteado en algún momento cobrar por sus contenidos”. Esta conclusión les augura un futuro incierto, por lo menos a los de aquí: uno de sus éxitos es que llegan gratis.