Angelinos apuestan en grande con Pujols

Angelinos apuestan en grande con Pujols

EEUU (AP).- Albert Pujols no quiere dormirse en sus laureles y menos cuando acaba de firmar el tercer contrato más jugoso de la historia.

El mejor pelotero de las Grandes Ligas estrena uniforme esta temporada tras dejarse seducir por una irresistible oferta de 240 millones de dólares para las próximas diez temporadas de los Angelinos de Los Angeles.

Después de dos campeonatos de Serie Mundial y 11 gloriosas campañas con los Cardenales de San Luis, cualquiera diría que el primera base dominicano ya no tiene nada que demostrar.

Pero Pujols no cree en esos cuentos: fue uno de los primeros en presentarse a la pretemporada y es de los últimos que se van de los entrenamientos, siempre puliendo su temido swing.

«Todos saben lo que yo puedo hacer, y si estoy saludable, trataré de hacerlo», dice Pujols.

«No me importan los números, yo no soy de estar pendiente de números. Lo que puedo decirles es que voy a dar el 110 por ciento cada día para ayudar a que este equipo gane».

Pujols bien puede decir que las estadísticas no le quitan el sueño, pero los demás sí deben estar pendientes.

Sus primeros 11 años con los Cardenales reflejan el inicio de una carrera más que notable, números con los cuales ya puede ir preparando su discurso para la ceremonia de exaltación al Salón de la Fama.

A ver: .338 de promedio, 445 jonrones y 1.329 remolcadas. Figura cuarto en la lista histórica de slugging con .617, por detrás Babe Ruth (.690), Ted Williams (.634) y Lou Gehrig (.632).

Pero sus cifras en casi todos los rubros ofensivos más importantes han ido en declive en los últimos tres años.

Algunas voces opinan que los Angelinos se han arriesgado mucho con un contrato tan largo para alguien con 31 años, que posiblemente en el punto medio del mismo deba renunciar a jugar en la inicial y convertirse en un bateador designado.

Tampoco se debe obviar que el año pasado padeció una dolencia en el antebrazo que le costó casi dos semanas de inactividad

Pero, también protagonizó uno de los despliegues ofensivos más memorables en la historia de la Serie Mundial al sonar tres jonrones –apenas el tercer hombre en la historia que lo hace junto con Ruth y Reggie Jackson– en el tercer juego contra Texas.

«Comprendemos que los jugadores tienen altibajos», afirmó el gerente de los Angelinos Jerry Dipoto cuando se anunció el contrato. «Albert ha tenido tantos años rindiendo en un punto máximo. Ahora, si vamos a ponernos decir que pasar de ser súper humano a meramente un grande, pues no creo que hemos visto los últimos días de Albert Pujols».

Los Angelinos se embelesan con exprimir todos los dividendos posibles a la gran contratación del receso invernal, exhibiendo carteles con su imagen por todas partes en el suburbio angelino de Anaheim.

El equipo tiene que ser agresivo en el mercado al compartir la misma región con los Dodgers de Los Angeles, que acaban de ser adquiridos a un costo de 2.000 millones por un grupo de inversionistas que incluye a Magic Johnson, y que dentro de un año prometen ser agresivos en atraer talento.

Por primera vez desde que Arte Moreno es el propietario, los Angelinos quedaron fuera de los playoffs en años consecutivos, al terminar diez partidos atrás de los Rangers en el Oeste de la Liga Americana. Sólo han ganado una serie de postemporada en los últimos seis años.

El único campeonato fue en 2002, un año antes que Moreno comprara la franquicia.

La otra crítica al pacto de Pujols es que compromete mucho dinero a largo plazo. Pero los Angelinos tienen actualmente un contrato televisivo con el cual reciben 50 millones por temporada. Al mismo le quedan cinco años, así que en la siguiente negociación pueden conseguir un monto mayor para compensar los gastos de nómina en sus últimas temporadas.

Además, los contratos de Bobby Abreu y Torii Hunter expirarán al final de esta campaña, quitándose de encima 27,5 millones entre los dos.

Pujols no es la única novedad.

 • El abridor zurdo C.J. Wilson, ex de los Rangers y nacido en el sur de California, aceptó una oferta de 77,5 millones de dólares por cinco años, un contrato que fue eclipsado cuando se anunció la firma de Pujols durante las reuniones de invierno. Wilson será el tercero en una tremenda rotación, en la que también destacan Jered Weaver, Dan Haren y el dominicano Ervin Santana. Jerome Williams es el quinto abridor.

 • Tras un canje con los Rockies, Chris Iannetta llega para encargarse de la receptoría, el puesto más débil en el engranaje.

 • Recuperan a Kendry Morales, a quien ha echado de menos dos años tras fracturarse un tobillo al saltar sobre el plato a inicios de 2010. El cubano comenzó a tomar turnos en juegos de exhibición.

Si la recuperación de Morales sale bien, el manager Mike Sciocscia tendrá que lidiar con tres inicialistas, todos bateadores de poder. La solución sería Pujols en primera, Morales como designado y Mark Trumbo (segundo en el novato del año 2011) a la antesala.

Otro dolor de cabeza es que, al poner a Morales de designado, Scioscia ya no tiene un lugar habitual en la alineación para Bobby Abreu.

Los tres puestos en los jardines están copados por Peter Bourjos (central), Torii Hunter (derecho) y Vernon Wells (izquierdo). Scioscia ha dicho que Abreu no debe preocuparse con sus turnos, pero es una situación bastante incómoda para el venezolano.

El atasco en los jardines también frena el ascenso del cotizado prospecto Mike Trout, quien a sus 20 años tendría que quedarse un tiempo más en las menores.

Un punto fuerte es la dupla en el medio del infield. El dominicano Erick Aybar viene de ganar un guante de oro en el campocorto y tuvo una de sus campañas ofensivas (.279 de promedio), mientras que el intermedista Howie Kendrick acudió a su primer juego de estrellas.

Y si hay un talón de Aquiles, pues ese está en el bullpen. El relevo era algo que en años previos que no causaba inquietud y ahora no da garantías. Si bien seleccionado al juego de estrellas y se anotó 32 salvamentos como novato, el cerrador Jordan Walden malogró 10 rescates. Las llegadas de los veteranos LaTroy Hawkins y Jason Isringhausen deben mejorar las cosas para cubrir el trabajo a partir del séptimo inning.

 

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