El común antojo, mancha con que nacen los bebés y que es atribuida por la superstición a un deseo no satisfecho de la madre durante el embarazo, no suele tener más consecuencias que las estéticas. No obstante, los padres han de estar atentos a cualquier coloración extraña en la piel de su recién nacido, porque puede tratarse de algo más que una simple mancha.

Según explica la pediatra dermatóloga Silvia Marte, los llamados antojos son anomalías en la pigmentación de la piel, pero también pueden producirse por anomalías en la irrigación de la sangre, dando lugar a lesiones como los hemangiomas, nevos acrónimos (manchas blancas) o nevos pigmentados (manchas oscuras). Estos angiomas, también llamados hemangiomas, son tumores benignos que se caracterizan por la aparición de muchos vasos normales y anormales debajo de la piel. También pueden aparecer en órganos internos, pero son más frecuentes a nivel de la cabeza, especialmente en el cuero cabelludo, mejilla, labios y cuello.

Su aspecto puede ser muy variado: planos o elevados, con bordes irregulares de color rojo vino, y pueden estar presentes en el momento del nacimiento o aparecer en las primeras semanas o meses de vida.

Tratamiento.  La dermatóloga indica que algunos hemangiomas pueden causar graves trastornos estéticos y otras complicaciones como la obstrucción de vías respiratorias, trastornos oculares, sangrado cuando se ulceran e infecciones bacterianas. Por esto recomienda la consulta con un dermatólogo experto en este tipo de lesiones, quien determinará si es necesaria la observación del hemangioma y prescribir el tratamiento adecuado en cada caso.

“Si bien la mayor parte de los hemangiomas mejoran espontáneamente, es difícil para los padres de un niño con esa lesión esperar los años precisos para la involución del hemangioma. Es muy difícil ver como el angioma crece sin solicitar un tratamiento. En casos de que los hemangiomas estén localizados en zonas como ojos, nariz y boca podrían ocasionar destrucción de estas zonas y dejarán cicatrices antiestéticas”, explica Marte, quien también es cirujana y crío-cirujana y es actualmente la encargada del departamento de Pediatría y Criocirugía del Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel Humberto Bogaert Díaz. 

Los hemangiomas superficiales que no se encuentren en zonas importantes  deben observarse. Sin embargo, si el hemangioma es de gran tamaño, tiene un crecimiento rápido y está localizado en zonas importantes, debe ser manejado. La especialista señala que dentro de los tratamientos utilizados en estos casos está la cirugía, criocirugía, láser, embolización (obstrucción de los vasos capilares) con sustancias esclerosantes, presoterapia (aplicación de presión sobre la zona afectada), esteroides intralesionales y sistémicos.

Proyecto de investigación

El angioma puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo pero generalmente suele localizarse en la nariz, en la boca, en los ojos, en el ano, pero nunca invaden otros tejidos y tampoco degeneran en un posible tumor maligno.   Hoy en día existen proyectos de investigación para determinar las causas que los provocan. Hasta un 8% de los niños puede sufrir en el primer año uno de ellos y sólo un 1% de los niños lo presenta durante el segundo año. En edades adultas es muy raro encontrar este tipo de tumor benigno. Pueden presentarse de dos formas distintas, superficiales o profundos o llamados también angioma fresa o cavernoso, respectivamente.