Angustias oficiales y un exigente FMI

Angustias oficiales y un exigente FMI

Claudio Cabrera destacaba, en su valioso análisis del pasado domingo en estas páginas, de cómo el FMI se estaba mostrando indiferente ante las urgencias dominicanas de dinero fresco, para hacerle frente a sus errores, y en la misma edición, el presidente Mejía expresaba sus dudas con respecto a un posible acuerdo con esa institución internacional.[tend]

La razón de lo anterior se podría resumir en una sola palabra que es desconfianza. Al gobierno del presidente Mejía y a su equipo económico, así como los dominicanos no le tenemos confianza por tantas metidas de pata, mentiras, insultos, prepotencias y comportamiento que apabulla a la ciudadanía. Por igual, los organismos internacionales y embajadas de países amigos, dudan de la sinceridad de unas autoridades, cuya única meta es prolongarse en el poder a como dé lugar.

De ahí que, visto lo anterior, nos damos cuenta que el gran dilema del FMI es abrirle las puertas al país que reciba un dinero fresco que no serviría para relanzar la economía, sino, que por todos los medios, buscarían la forma de evadir las restricciones como ya lo hicieron tan solo hace dos meses, y continuar gastando alegremente para sus fines reeleccionistas, que contra viento y marea, se quieren mantener en el poder por encima de la voluntad de una opinión pública adversa a tal desatino.

Además, frente a dos eventos importantes del PRD, y conociendo las simpatías de la mayoría de los jueces de la Junta Central Electoral, manifestada sin tapujos de cómo se ha querido despreciar la posición de dos de los partidos mayoritarios, que pedían la cancelación de técnicos del organismo, señalados por sus inclinaciones hacia el PRD, ahora se esperan las dos convenciones, que escogerían a dos candidatos presidenciales del partido oficial, donde obviamente, e institucionalmente, el grupo del PPH no puede tratar de inscribir la candidatura de su elegido, sin violar las normas estatutarias del partido reconocido en la JCE. Si esta junta se divorciara de sus obligaciones, para reconocer las aspiraciones reeleccionistas del presidente de la República, entonces si es verdad que el país debe despedirse del acuerdo con el FMI, además de la explosión social que se produciría para llevar la prima del dólar a niveles superiores a los actuales. Y esto parece que es una estrategia secreta de las autoridades, que han visto florecer en los últimos meses al turismo con miles de visitantes que llenan las 54 mil y tantas habitaciones de los resorts turísticos, esparcidos por todas las playas del país. Pero ese fardo negativo para las aspiraciones reeleccionistas es un elemento esencial para llevarnos a enfrentamientos, que una vez en 1965, provocaron traumas que convulsionaron al país por varios años, con la secuela de muertos por motivos ideológicos y de rivalidades que se produjeron en los años siguientes a ese enfrentamiento armado.

El FMI no caería en el gancho de acudir en socorro de una administración, que su estrategia principal, es engañar a todo el mundo, mantener un elevado nivel de deudas sin pagarle a nadie y gastar tan solo en la búsqueda de adhesiones y de compra de conciencias, aparte de los excesivos desvíos hacia fines distintos a la inversión pública, que son tan notorios ya que se realizan sin ningún tapujo.

La desconfianza hacia el gobierno le impide al FMI actuar como lo ha hecho a favor de otros países, que siendo grandes o pequeños, se les tiene confianza a sus funcionarios, que no hablan mentiras cuando están frente a su contraparte internacional de organismos como el FMI. Aquí, la cultura del engaño perredeista y pepehachista, y de sus técnicos asociados, les impide un trato igual a las naciones que han acudido al FMI para resolver problemas cíclicos en sus finanzas. Recuérdese que en 1990 el FMI acudió en ayuda del gobierno del doctor Balaguer por que se le tenía confianza, y desde ese entonces, y durante toda la década del 90, el país experimentó un largo proceso de crecimiento económico, destruido por la administración perredeista, que siempre tiene ese dudoso honor de hundir al país en la miseria y hacerlo retroceder a épocas que se creían superadas, llevándolo al atraso y colocándolo en desventaja en cualquier negociación que se realice para el libre comercio o de acuerdos comerciales con otros países.

Definitivamente el FMI no caerá en las redes de un gobierno mentiroso y de dudosa confiabilidad. Lamentables serán las consecuencias que sufrirá el país, que se empobrece cada día como lo destaca la formidable serie sobre la crisis, escritas por Minerva Isa, Eladio Pichardo y Sorange Batista, que ha impactado por sus valiosos datos que deberán servir de referencia para que se trate de corregir tantas arbitrariedades administrativas que solo nos empujan más y más hacia un hoyo, peor al creado por los mismos funcionarios oficialistas con sus complacencias y compromisos con los banqueros que quebraron a tres importantes bancos.

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