POR JOSE PIMENTEL MUÑOZ
Con cuatro aeropuertos internacionales en operación (Las Américas, Punta Cana, Santiago y Puerto Plata) y con uno más en construcción (El Catey, en Samaná), la República Dominicana es, sin dudas, uno de los países que, en proporción a su superficie territorial, tiene más operaciones aéreas.

Por consiguiente –y esto se comprueba fácilmente en las estadísticas oficiales- es uno de los que registra más movimientos de salida y entrada de sus nacionales, hacia y desde diferentes destinos, principalmente en Norteamérica y Europa.

La  inclinación del dominicano a los viajes al exterior –y en cierta forma a la “dolce vita”- se evidencia no solo en el flujo por vía aérea sino también en el marítimo. Y es que en los últimos años ha ganado muchos adeptos aquí el mercado de los cruceros,  que está en auge en todo el mundo.

Conquistar tanta gente no ha sido fácil ni tarea de corto tiempo, pero en estos momentos podría decirse que los criollos  se han dejado seducir por el mágico universo de los populares cruceros, aún cuando pocos de ellos toquen nuestras costas y deban ser abordados en  San Juan de Puerto Rico,  La Florida y hasta en Europa para ir por diferentes rutas.

Una de las propulsoras del renacer de este mercado es Anita Armenteros, quien en 1986 comenzó en Santo Domingo una intensa, entusiasta y hasta solitaria campaña de promoción que viene a arrojar frutos en los últimos años. Ella es la cabeza motora de Mundi Tours, una de las más prestigiosas y añejas agencias de viajes de la capital, que por mucho tiempo ha actuado como representante de la línea italiana de cruceros Costa.

Desde que Mundi Tours obtuvo la representación de Costa en 1986,  Armenteros  ha brillado en el sector organizando talleres de enseñanza, viajes de familiarización, desayunos y otras actividades destinadas a que el agente de viajes, de Santo Domingo y las principales ciudades del interior, aprenda cómo vender cruceros y cómo motivar adecuadamente a los potenciales clientes.

Conversar con la señora Armenteros aún sea unos minutos, sirve para edificarse sobre lo que está ocurriendo a nivel internacional en el fascinante mundo de los hoteles flotantes, que cada vez son más grandes. Ella narra historias, ofrece datos de rutas y puntos de interés, aconseja y da informaciones que sumergen y empapan sobre este modelo turístico. 

Historial

Ingresó en el sector turístico en 1969 en Collie Tours, desde donde pasó a Prieto Tours, donde sirvió cinco años y tuvo sus primeras nociones sobre los cruceros. Tras casarse y tener su primera hija, adquirió en 1979, junto con unos asociados, una agencia de viajes ubicada en la avenida  Tiradentes 25, a la que se le cambió el nombre por Mundi Tours y que desde el principio tuvo tendencia a la profesionalidad, a ser mayorista y a lograr representaciones. En  l983 esa agencia pasó a la calle Gustavo Mejía Ricart hasta abril del 2000, cuando se mudó a su actual local en Plaza Fernández II, en la avenida Winston Churchill esquina José Amado Soler.

En la década del 70 y principios del 80 venían ocasionalmente algunos  cruceros a Santo Domingo –entre ellos el Victoria y el Britanis- pero el mercado cayó y parecía irrecuperable hasta que Mundi Tours, en 1986, emprendió una tarea de promoción que parecía una quimera.

La situación hoy es muy distinta. Las agencias de viajes, cuyas ventas de boletos aéreos han declinado debido a la reducción sustancial de las comisiones,  han visto una tabla de salvación en los cruceros y excursiones y están dedicando más energías a la venta de estos últimos.

La señora Armenteros, que se caracteriza por su persistencia, sin dejar de ser moderada y juiciosa, ha jugado papeles estelares en muchos renglones. Por ejemplo, fue de las bujías inspiradoras de la Sociedad de Agencias de Viajas Autorizadas (SAVIA), dentro de la que se distinguió por su preocupación por la capacitación del agente de viajes. Además,  promovió viajes a  Medio Oriente y otras zonas poco usuales, liderados por figuras públicas –entre ellas el carismático sacerdote Luis Posadas y el humorista Freddy Beras Goico- y en 1992 llevó el primer grupo de dominicanos a un crucero por Alaska.

Bondades

A su entender, “las vacaciones en cruceros son las que más dan por lo que se paga.  Tienen la ventaja de que no hay que tener preocupaciones por el dinero porque casi todo está pagado de antemano.  Además, el maleteo se reduce al mínimo y lo tienen todo, desde piscina, spas, restaurantes gourmets, cine, teatro, cabaret, shows, discoteca, tiendas, casinos, gimnasio, etc”.

En este momento seis líneas de cruceros –de las decenas que hay a nivel internacional- tienen representación en Santo Domingo: Costa, Celebrity, Cunard, Royal Caribbean, Carnival, Princess y  Norwegian.

Pero de ellas, solo Costa toma, actualmente,  pasajeros locales en el puerto de La Romana. Esta empresa comenzó a tocar en la costa Este en 1992 y es desde hace tres años que los criollos pueden abordar aquí mismo. Los interesados en viajar en las otras líneas tienen que ir a otros puertos de la región. Según la señora Armenteros, otras de las empresas están interesadas en tocar el territorio nacional y tomar pasajeros.

En lo que a Costa se refiere, el 50 por ciento de sus clientes dominicanos quiere tomar la ruta caribeña, que es la más fácil y menos costosa. La ruta es La Romana, isla Catalina, Tórtola, Guadalupe, Antigua, Santa Lucía, San  Martín y La Romana.  El otro 50 por ciento hace otras rutas, tomando, por supuesto, el avión para ir a coger el barco.

Intereces  crecientes

Es creciente, dice, el interés de los dominicanos por Europa, el Báltico, las islas griegas y  Egipto. Pero hay muchísimas dificultades para lograr las visas. En la reciente  Expo Feria CTN se evidenció el interés popular por los cruceros.  Tuvo muchos compradores una oferta de un crucero por islas griegas y Croacia con 2 noches en Venecia, que sale en octubre de este año en el Costa Victoria. El valor: 2 mil 300 dólares, incluyendo el boleto aéreo.

Destaca que en estos momentos no hay cabinas disponibles en Costa –para la ruta por el Caribe que se inicia en La Romana- para Año Nuevo ni para Semana Santa del 2007. Quedan cabinas disponibles para el 18 de diciembre y otras fechas “flojas”.