Entre  las virtudes que adornan a El Nuevo Diario se pueden contar  la perseverancia conque se ha abierto paso en el difícil mercado periodístico,  la confianza que ha sabido conquistar en el universo de lectores y haber demostrado que el principal recurso para lograr esos objetivos ha sido  la voluntad de servir a la sociedad. A raíz de su nacimiento, el 8 de mayo de 1981, hace 29 años, muy pocos creían posible la supervivencia  de este proyecto, que entre otras cosas, osaba abrirse paso y buscar un nicho en un mercado dominado por los medios de grandes capitales.

En esos 29 años, El Nuevo Diario ha llevado, sin fallar, información y opinión a un universo de lectores en el que fue ganando preferencia. Su estilo valiente y sin censura y el hecho de servir información oportuna y actualizada, han sido clave en esa conquista. Su apertura a todas las corrientes de opinión le ha abierto muchas puertas. Todo esto resultado más de la voluntad y la fe que de las posibilidades financieras.

Hoy por hoy el país se siente orgulloso de tenerlo entre las alternativas informativas. La grandeza de su continuidad radica en la capacidad que ha tenido para servir ininterrumpidamente aun en tiempos de grandes dificultades. A través de su director, Persio Maldonado, congratulamos a todos los que hacen posible este logro.

Juicio por el caso Narcisazo

La decisión de la  Corte Interamericana de Derechos Humanos, de juzgar como crimen de Estado la desaparición del profesor Narciso González, es una merecida respuesta a la falta de voluntad de la Justicia dominicana para llevar este caso hasta las últimas consecuencias. Todas las sospechas sobre este crimen conducen a que se trató de un brote de intolerancia política, ante las críticas de este profesional al régimen que encarnaba el extinto presidente Joaquín Balaguer.

De este modo, habrá oportunidad de evaluar toda la información que a propósito de la desaparición de Narciso González ha sido reunida con los años. Eso incluye testimonios acerca de que este educador fue visto en recintos oficiales horas después de que fuera secuestrado. Será la primera vez que la Corte Interamericana de Derechos Humanos juzgue un crimen del Estado dominicano. El país aspira a que esta vez resplandezca la verdad.