Año de la solidaridad

Año de la solidaridad

No importa que las Naciones Unidas o el Gobierno Dominicano no lo hayan denominado así: yo declaro el 2004 como el Año de la Solidaridad y espero no solamente manifestaciones solidarias en los demás, sino hacerlas vida en mí.

Cuando observo en alguien expresiones de desprendimiento y acogida el corazón se me inunda de una profunda emoción. Está claro que me gusta que los demás sean solidarios. Pero, en honor a la verdad, cuando escucho, por ejemplo a un sacerdote, decir que al final seremos juzgados en función del amor que hayamos brindado a los demás me preguntó: ¿qué tan solidaria soy yo? y me asalta la duda porque llego a la conclusión de muchas veces, por comodidad o por simple apatía, dejo pasar por alto las oportunidades de servir.

En ocasiones lo justifico por la falta de tiempo o porque no puedo y hasta llego a creerlo. Pero la verdad es que siempre se puede, porque para ser solidario ni siquiera es necesario tener dinero, sólo basta un poco de buena voluntad.

¿Cuántas veces una palabra de aliento, de comprensión, es más valiosa que un cheque?

Se puede ser solidario de tantas maneras, por ejemplo aseando algunos pacientes en los hospitales, cuidarlos o simplemente hacerles compañía porque no tienen un familiar a su lado. Los no videntes requieren de lectores, los ancianos recluidos en hogares son tan felices cuando los visitan y hablan con ellos que la expresión de su rostro es inolvidable.

Los pacientes de los hospitales infantiles, los del hogar de Sida disfrutan un mundo cuando los visitan y los acarician.

Pero, sin ir más lejos, a lo mejor en nuestra misma casa, entre nuestros familiares y en entorno en que vivimos y nos movemos hay necesidad de amor.

Naturalmente, que si en nuestras manos está resolver algún problema económico entonces la solidaridad tiene que manifestarse de esa manera.

Una forma de ser solidaria es no transmitiendo sentimientos derrotistas en los demás.

De manera que quiero ser solidaria este año y te invito a ti lector, a ti lectora a serlo también. Espero que muchas personas se unan a mi iniciativa de declarar este 2004 como el Año de la Solidaridad.

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