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LOS ANGELES (AFP).- El director técnico Bruce Arena tiene sobrados motivos para despedir el 2005 por todo lo alto, pues en estos 12 meses la selección de Estados Unidos se clasificó al Mundial de fútbol de Alemania, ganó la Copa Oro y salió con balance positivo en sus enfrentamientos amistosos.
De la mano de Arena, la escuadra estadounidense se consolidó como el gran poder de la región al finalizar en el primer lugar del hexagonal de la Concacaf y clasificarse a su quinta Copa del Mundo consecutiva desde Italia-1990.
Estados Unidos cerró el torneo clasificatorio con 22 puntos en 10 partidos, por delante de México, Costa Rica, Trinidad y Tobago (todos clasificados, el último en repesca con Bahrein), además de Guatemala y Panamá.
En el proceso clasificatorio Arena probó a un total de 71 jugadores, lo que le permite contar con una amplia cantera para conformar su selección mundialista.
Es de suponer que la base del equipo en Alemania esté formada por veteranos como el arquero Kasey Keller, los defensas Pablo Mastroeni y Eddy Lewis, los mediocampistas Chris Armas, Claudia Reyna y DaMarcus Beasley y los atacantes Landon Donovan y Bryan McBrian.
Según Arena, su once -cuartofinalista en Corea del Sur y Japón-2002- podría ubicarse entre los ocho primeros en Alemania.
«Hoy existe una diferencia en el nivel de madurez, una experiencia positiva. Desde el Mundial del 2002 el equipo se ha consolidado y ha tenido progresos estables», subrayó el timonel.
Fue precisamente una maquinaria estadounidense sumamente aceitada la que se impuso a finales de julio en la Copa de Oro-2005, al ganar la final a Panamá 3-1 en definición por penales.
Los panameños, el equipo sorpresa del torneo, hicieron sudar grueso a la tropa de Arena, que al final se alzó con el tercer título de Estados Unidos en las ocho ediciones de la Copa de Oro, luego de ganar el certamen en 1991 y 2002.
El torneo, jugado en varias ciudades de Estados Unidos, resultó un fracaso para selecciones supuestamente favoritas para llegar a la final, como México, Colombia y Costa Rica.
En el renglón de los partidos amistosos, Estados Unidos cerró el año con balance de dos triunfos, dos empates y una derrota.
En marzo derrotó 3-0 a Colombia y 1-0 a Honduras, en mayo perdió 1-2 contra Inglaterra, en julio empató 1-1 ante Polonia y cerró el año con abrazo a un gol ante Escocia.
Arena no pierde tiempo y ya para el 29 de enero venidero tiene previsto otro encuentro de fogueo contra Noruega, en Los Angeles.
Todo el desarrollo del fútbol estadounidense se ha visto sustentado en la consolidación definitiva de la Liga de fútbol local, la Major League Soccer (MLS), que este año cerró su décima temporada con el triunfo del popular equipo Galaxy de Los Angeles.
El guatemalteco Guillermo Pando Ramírez fue el héroe del triunfo, al anotar el único gol del partido en el tiempo extra para que el Galaxy ganara la Copa MLS con un triunfo de 1-0 sobre New England Revolution.
Este fue el segundo título de Liga que consiguen los galácticos, luego de ganar la final de 2002. Ese año otro guatemalteco, Carlos Pescadito Ruiz, anotó el gol de la victoria también ante el Revolution.
La MSL proyecta expandir sus fronteras y estudia la creación de un nuevo equipo radicado en Canadá, probablemente para el 2007, y la aceptación de probables franquicias del club América de México y el FC Barcelona de España.
Otro acontecimiento de gran impacto para el fútbol local fue la visita del astro inglés David Beckham, quien estrenó en Los Angeles su academia futbolística para niños.
«El potencial del fútbol en Estados Unidos es tremendo. Esto es un reto para todos nosotros», expresó el jugador.
La escuela angelina se une a la que ya tiene Beckham funcionando en Londres, y forma parte de un proyecto personal que incluye la creación para el 2007 de otros dos centros similares en Asia.
