Año nuevo, ¿vida nueva?

Año nuevo, ¿vida nueva?

MADRID, EFE.- Enero es el mes en el que baja el consumo de tabaco, sube el de los calditos y las dietas, se empieza a pensar en el gimnasio, en salir más y variar los hábitos de vida, e incluso en cambiar de pareja, porque aumentan hasta los divorcios.

   «Año nuevo» sí, pero «vida nueva» no es tan seguro. El cierre del ejercicio es un buen momento para hacer balance de objetivos personales, para comenzar o terminar con lo que no nos satisface.

   «La gente está motivada para hacer análisis, pensar en cómo ha sido su año y en qué le gustaría cambiar, es un momento de esperanza», dice a Efe la psicóloga Marina Martín-Artajo.

   «La cuestión -añade- es que esos objetivos se suelen desvanecer a la semana siguiente, porque hay mucho optimismo o no son realistas».

   Dejar de fumar es «un clásico» en la lista de propósitos del nuevo año, teniendo en cuenta que un tercio de los fumadores intenta dejarlo cada año y que el número de quienes quieren desengancharse de la nicotina se cuadruplica en los meses de enero y febrero.

   El otro «clásico» es «entrar en el año con buen pie y menos barriga», afirma Gregorio Varela, presidente de la Sociedad Española de Nutrición (SEN), quien recuerda que tras la Navidad suelen aumentar las consultas de endocrinología y obesidad.

«Pero en el control de las dietas, como en el ejercicio físico, el problema es el mantenimiento. Hacemos el esfuerzo inicial, pero dura poco», dice este experto, que alude al llamado «efecto yo-yo» y advierte: «Cuando uno sube unos cuantos kilos de más, perder tres o cuatro es fácil y rápido».

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