Anón, un primo olvidado del mamón
y la guanábana

Anón, un primo olvidado del mamón <BR>y la guanábana

POR MARGARITA QUIROZ
Como se diría en buen dominicano, el anón viene siendo “primo hermano” de la guanábana y el mamón, y sin duda, el exótico sabor de su pulpa, ligeramente dulce y ácida, recuerda la mezcla de estas exquisitas frutas tropicales, producidas años atrás en grandes cantidades en los campos del país.

El anón o chirimoya, como se conoce en Suramérica, está considerada como fruta típica del Perú, resulta deliciosa en estado fresco. Para ello se corta la pieza por la parte superior o la mitad y se come la pulpa, evitando las semillas. También se puede emplear como materia prima para la elaboración de mermeladas, batidos, zumos y helados. La mezcla del anón con vino o leche da también como resultado una bebida deliciosa y gourmet.

Su componente mayoritario es el agua, pero además, se destaca el aporte de hidratos de carbono, entre los que predominan la glucosa y fructosa. Es pobre en grasas y proteínas; no obstante, su alto contenido en azúcares y valor calórico es bastante elevado. Respecto a otros nutrientes, es buena fuente de potasio y vitaminas.

Éste fruto tiene forma oval, por esta razón,  algunos entendidos en la materia lo han bautizado con el nombre de fruta corazón. Posee una corteza llena de protuberancias hexagonales, generalmente verdes, y morronosa en algunas ocasiones.

El consumo de esta fruta, de escasa presencia en los mercados de la República Dominicana, está muy extendido en los países del Lejano Oriente.

De acuerdo a técnicos de la División de Frutales de la Secretaría de Agricultura, esta especie pertenece a la familia Anonáceas. Son países productores Cuba, Puerto Rico, Ecuador, Bolivia, Estados Unidos, Colombia Chile, Perú, Suráfrica e Israel. 

De igual forma los expertos de Agricultura destacan que el anón se injerta fácilmente en patrones de mola o de mamón.

Por su apariencia, propiedades nutritivas y sabor, su consumo es muy adecuado para los niños (teniendo cuidado con las semillas), los jóvenes, los adultos, los deportistas, las mujeres embarazadas y madres lactantes.

En caso de diabetes u obesidad, conviene escoger un anón de pequeño tamaño, por su contenido de hidratos de carbono y valor energético. Por el contrario, es recomendado a personas que sufren de insuficiencia renal  por su alto contenido en potasio.

CONSERVACIÓN Y CONSUMO

Esta fruta tiene el inconveniente de que no se conserva durante mucho tiempo y requiere de una manipulación muy cuidadosa. Debe protegerse bien ya que su piel es muy sensible al tacto y se vuelve negruzca fácilmente, sin embargo, se puede consumir sin ningún problema aunque la piel adquiera dicha coloración oscura y ceda ligeramente al presionarla.

Conviene consumirla cuando está completamente madura, lo cual se consigue a los 5-6 días luego de su recolección, cuando se mantiene a temperatura ambiente, sobre una superficie no muy fría, preferiblemente en cesta de cáñamo o una madera ligera. Hay que evitar guardar el anón en la nevera, pues se interrumpe su maduración. En caso de mantenerla en la nevera para poder comerla fría, ha de ser únicamente durante el tiempo justo antes de su consumo.

ORIGEN

Esta fruta pertenece a la familia de las Annonaceae y a la especie annona squamosa. Sus nombres comunes son: anón, anona, chirimoya, ata, fruta del conde, texaltzapote, pomme, cannelle, anone écailleuse, cachiman, sugar-apple, sweetsop, ata, frutado-conde.

El origen de la chirimoya o anón se da en los Andes peruanos y las montañas de Ecuador, donde crece espontáneamente, aunque algunos historiadores incluyen también las zonas andinas de Chile y Colombia. Los españoles la denominaron “manjar blanco” cuando descubrieron América.

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