Toronto (Canadá). La muerte por disparos de la Policía canadiense de un activista vinculado al grupo de hackers Anonymous ha desatado una ciberguerra entre las autoridades del país y ese movimiento, que amenazó con revelar próximamente secretos del Gobierno con vistas a la celebración de elecciones generales.
Anonymous anunció hoy en Twitter que está “cerca” de revelar información sobre la “verdadera razón” por la que el exministro de Asuntos Exteriores de Canadá John Baird “dimitió repentinamente” el pasado 3 de febrero.
Baird, de 45 años de edad, no solo renunció de forma abrupta y sin ofrecer detalles sobre su dimisión, sino que también dejó su escaño pocos meses antes de la convocatoria de elecciones y aceptó varios contratos con empresas del sector privado.
Según Anonymous, el grupo está en posesión de documentos confidenciales sobre Baird, quien durante años fue el responsable de la diplomacia canadiense y uno de los principales baluartes del gobernante Partido Conservador, del primer ministro, Stephen Harper.
Las filtraciones de los últimos días sobre que Harper disolverá la Cámara baja del Parlamento este domingo para convocar elecciones generales el 19 de octubre provocaron que Anonymous decidiera “cambiar de forma significativa” su “calendario».
“Avanzaremos nuestra más monstruosa historia inmediatamente después” de que Harper convoque las elecciones, anunció este viernes Anonymous a través de Twitter.
Las amenazas y acusaciones veladas de Anonymous contra Baird y el Gobierno de Harper, relacionadas con la vida privada del exministro de Asuntos Exteriores, habrían sido ignoradas por la mayoría de los medios de comunicación si no fuera porque el grupo ya reveló el pasado martes un documento secreto de Ottawa.
El documento, que fue enviado a algunos medios de comunicación canadienses y posteriormente diseminado por Internet, consiste en tres páginas marcadas como “secreto” del Consejo del Tesoro de Canadá, el departamento que controla todos los ministerios del Gobierno, referidas a los servicios secretos canadienses.
Con fecha de febrero de 2014, el documento detalla la petición para proporcionar algo más de 20 millones de dólares canadienses (15,4 millones de dólares estadounidenses) al Servicio de Seguridad e Inteligencia de Canadá (CSIS, por sus siglas en inglés) para mejorar la seguridad de sus comunicaciones.
Pero lo que es más importante es que el documento revela que CSIS cuenta con 25 puestos en el extranjero en los que trabajan unos 70 agentes “recogiendo y procesando información de inteligencia”, que suman unos 22.500 mensajes al año, “sin contar el elevado volumen de tráfico muy sensible de la estación de Washington».
Hasta ahora, sólo se sabía que CSIS contaba con tres puestos en el extranjero, todos en países aliados- Washington, Londres y París.
El documento también indica que varios de los 25 puestos del servicio secreto canadiense se encuentran en países en desarrollo y zonas en conflicto. La revelación del documento provocó que el Gobierno canadiense se tomara en serio las amenazas de Anonymous.
El Establecimiento de la Seguridad de las Comunicaciones (CSE), el servicio de inteligencia que espía las comunicaciones nacionales e internacionales, y la Policía Montada están investigando la filtración del documento. Precisamente fueron las acciones de la Policía Montada canadiense las que desembocaron en el actual enfrentamiento entre Anonymous y el Gobierno canadiense.
El pasado 16 de julio, durante una manifestación en contra de una obra hidroeléctrica, la Policía disparó mortalmente contra un individuo que ocultaba su cara con una máscara de Guy Fawkes, el revolucionario británico cuya efigie fue popularizada por el cómic “V for Vendetta” y que se ha convertido en el símbolo de Anonymous.
La Policía justificó la muerte del manifestante porque el enmascarado portaba un cuchillo. Poco después, Anonymous identificó al fallecido como James McIntyre, de 48 años, y dijo que era uno de los integrantes del grupo.
En un mensaje de vídeo colgado en YouTube, Anonymous demandó que la Policía revelara el nombre del agente que disparó contra McIntyre y su imputación, o los hackers empezarían a revelar informaciones secretas del Gobierno canadiense.
“A menos y hasta que esto pase, revelaremos secretos extraordinarios a intervalos irregulares”, amenazó Anonymous.