Añoranzas de la segunda vuelta

Añoranzas de la segunda vuelta

ISIDRO RODRÍGUEZ ESPEJO
Bajo un cielo color ceniza, la tarde se esmeraba en estar cada vez más calurosa. La multitud, inquieta y sudorosa, se apretujaba frente a la tarima.

– ¡Compañero, esta si es un trozo de avenida!

– ¿Primera vez que vienes a la capital?

– Si. Yo soy de Arroyo Mojao y me estaban usando en los mítines del Cibao, pero ahora me están llevando a todas partes. ¿Y tú, ya habías venido?

– Sí, como no, yo estoy en esto desde la época de la Unión Cívica. Yo tengo un doctorado en mítines y caravaneos. En esta campaña el picoteo está muy bueno; a mi me trajeron al mitin de Juancito Sport y al de Pacheco, y ya tengo contrato para el Francisco Peña.

–   ¡Ah!, tu trabajas por contrato.

–  Sí, a mí no me gusta venir a destajo, después le dan a uno cien toletes, romo, una cachucha y lo dejan a uno tirado en la calle sin darle una vueltecita de turisteo por la capital.

  – Compañero, usted tiene más razón que el carajo. Me gusta esa idea del contrato y yo como me voy a hacer igual. El otro día los del perredé me levaron a Dajabón y me dejaron allá. ¿Por una amarilla?, que va, imagínate que los gasté todo en pasaje y frío-frío.

  El diálogo estaba acompañado por gruesas gotas de sudor que tintineaban a ritmo del tam tam de tres grandes tambores.

– ¿Y con quien viniste para la capital?

– Con don Bartola, un señor que tiene un camión. A el le pagan dos mil rayas para traernos y llevarnos.

 – ¿No será don Bartola Telémaco, al que le dicen el Corsario?

 – ¡El mismito! ¿Tu lo conoces?

 – Cómo no, si ese hombre se ha hecho rico llevando y trayendo gente desde el año 62. El me llevó mitin de Amilca Romero en San Francisco de Macorís. Dicen que cogió fiao dos camiones y un minibús y que ya lo pagó a puro mitin.

 – A propósito, tu que estuviste en uno de Daniel Lois, ¿a como pagan?

  – Bueno, el da unas fotos autografiadas para vender, yo creo que por eso es que no le va mucha gente. Yo no fui porque estaba en un mitin de Jack Veneno y aproveché para ir de un brinquito a la capital y asistí a un encuentro con el pelotero Johnny Jones, pero no me fue bien que digamos.

  – Eso es lo malo de este negocio, hay gente que no paga mucho, a mí en la precampaña de los colorados de la gente de Gómez Berges me pagaron con un vale de sesenta pesos a 120 días. Aquí ando todavía con él.

  – ¿Y tu escuchas a los oradores?

 – ¡Tará loco! Eso no es nada fácil. Si me pagan aparte los escucho, si no, me tapo las orejas con estos algodones.

  – Tienes muchísima razón, estos políticos hablan hasta por los codos y dices cualquier cantidad de disparates. Dicen la misma cosa en todas partes, yo ya me sé de memoria lo que dice cada uno.

 – ¿Cuál es tu candidato?

 – ¿El mió?, bueno gallo, yo simpatizaba por el Johnny Jones, pero al hombre se le abrió el pecho, ahora estoy con el que prometa elecciones cada 4 meses y a tres vueltas; porque creo de acuerdo al Manuel de la oferta y la demanda que es la única forma de echar para adelante con un trabajo seguro en este corre-corre, aplaude-aplaude, brinca-brinca; además uno conoce al país de cabo a rabo, te pagan dieta y te dan romo como cosa loca.

 – Estoy de acuerdo contigo. Creo que la Constitución debe modificarse para que en la primera vuelta gane el que saque sesenta por ciento más uno y en la segunda sea de setenta más uno. Y la tercera vuelta sea como una serie final en la pelota, o sea un siete-cuatro. Esa es la salvación “de los padres de familia” del país.

 – Bueno, compañero, ya llegó el hombre, va a empezar el mitin, ponte tus algodones…! Arriba el progreso del nuevo camino que invertirá en la gente para que funcione el Metro, la Yarda y el Pie!.

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