NUEVA YORK, EFE.- Los hábitos alimenticios y el ambiente de trabajo de las modelos de extrema delgadez serán supervisados durante la Semana de la Moda de Nueva York donde, sin embargo, no serán excluidas las chicas con peso muy bajo.

Estas son las recomendaciones adoptadas por el Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos para identificar mejor los desórdenes alimenticios que afectan a algunas princesas de la pasarela, de cara al gran evento de la moda neoyorquina que se celebra entre el 2 y 8 de febrero.

En líneas generales, el consejo promoverá «un ambiente de trabajo y un estilo de vida más saludable para las modelos», pero no prohibirá desfilar a las chicas con bajo peso, a diferencia de lo establecido el año pasado en Milán y Madrid.

Esas dos capitales de la moda europea decidieron vetar a las modelos con una masa corporal inferior a 18, esto es, un peso inferior al mínimo saludable recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 56 kilos para una estatura de 1,75 metros.

Pero las autoridades de la moda en Nueva York no impondrán tal regla en la próxima edición de la Semana de la Moda de Nueva York, con el argumento de que es demasiado restrictiva y casi imposible de poner en práctica.

«Creo que, como industria de la moda, deberíamos promover la salud como parte de la belleza, en vez de establecer reglas», dijo la diseñadora Diane von Furstenberg, que encabezó las discusiones de la semana pasada sobre las nuevas recomendaciones de la industria.

En la reunión también estuvieron presentes la influyente editora de la revista Vogue, Anna Wintour, una nutricionista, un psiquiatra, un entrenador físico, un representante de una agencia de modelos y un productor de desfiles de moda.

El grupo recomendó proporcionar una alimentación más nutritiva a las modelos en sus horas de trabajo, urgió a los diseñadores identificar desórdenes alimenticios como la anorexia o la bulimia y propuso que las maniquíes menores de 18 años de edad desfilen solo durante el día.  Para algunas modelos, estas medidas no son realistas.

«Creo que no habrá forma de controlar todo eso. ¿En realidad pedirán carné de identidad a las chicas cuando vayan a los desfiles de noche?», señala Amanda Fields, que ha desfilado en varias ediciones de la Semana de la Moda.

David Bonnouvrier, presidente ejecutivo de la agencia de modelos DNA, una de las más importantes del mundo, espera que las recomendaciones del consejo sean escuchadas, pero advirtió que las agencias de modelos no pueden dictar las preferencias de los diseñadores.

«Habrá un esfuerzo consciente para abordar esto por un tiempo, pero que perdure, eso es otra cosa», alertó.

En cuanto a las directrices de Milán y Madrid, algunas maniquíes argumentan que son en exceso restrictivas, ya que ciertas modelos son naturalmente delgadas, además de que la anorexia se evalúa no solo por el peso, sino también por la apariencia del rostro y la energía sobre la pasarela.

Otras aseguran que el raquitismo es un canon de belleza fijado no solo por las modelos, sino también por actrices y celebridades, y que como problema debe ser abordado no solo por la industria de la moda, sino también por los consumidores.

«Creo que los consumidores deben decir que quieren ver modelos con figuras saludables en las revistas. Eso sería más efectivo que simplemente reprimir a las modelos», dijo al diario The New York Post la modelo brasileña Luciana Giménez.

El acalorado debate sobre la apariencia saludable de las modelos se ha extendido a otras capitales de la moda, como Londres, y se hizo aún más polémico tras la muerte por malnutrición de la modelo brasileña Ana Carolina Reston a finales del año pasado.

 La Academia para Desórdenes Alimenticios, con sede en Northbrook, estado de Illinois (EEUU), planea publicar pronto sus propias recomendaciones sobre la masa corporal, que debería ser de 17,4 para las modelos menores de 18 años de edad y de 18,5 para las mayores de esa edad.