El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue) hizo ayer un llamado a las instituciones responsables de velar por el orden social, la justicia y la paz, así como a los sectores que hacen opinión, a crear una alianza nacional que genere una conciencia pública a fin de establecer una cultura de paz.
La intención es fortalecer los derechos de los individuos para contrarrestar la violencia que tanto afecta a la nación.
El presidente del Codue, reverendo Fidel Lorenzo, manifestó que debe mover a preocupación y alarma a las autoridades civiles y militares y a las instituciones cristianas de fe, los hechos de violencia que a diario se registran en el país, entre los que se encuentran muertes, atracos, agresividad, sicariatos y secuestros, entre otros, y de manera específica los acaecidos y detectados en las últimas 72 horas.
Cita entre los hechos horrendos la muerte de la profesora Lenny Féliz en Barahona, a plena luz del día; el secuestro, tortura y muerte del periodista José Silvestre, en La Romana, y la del agente de seguridad del diputado Pelegrín Castillo, ocurrida en Santo Domingo; siendo estos hechos un mal síntoma para una sociedad que a medida que trascurre el tiempo, ha ido perdiendo la dignidad humana y el respeto a la vida del hombre y la mujer, creados a imagen y semejanza de Dios.
Destacó el presidente de Codue, la necesidad urgente de volver a los principios de la Palabra de Dios, y poner oídos a los hechos de Jesús, basados en el Sermón de la Bienaventuranza; promover y proclamar un mensaje de esperanza y construir diariamente una cultura de paz entre los diversos actores de la sociedad dominicana, iniciando con la familia, los educadores y educadoras, las escuelas, colegios y las iglesias, fortaleciendo las bases para vivir de manera fraterna y pacífica.
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Preocupación
La comunidad evangélica está preocupada por el incremento de la violencia, la corrupción, el tráfico y consumo de drogas.
Respeto por la vida
El Codue dijo que seguirá promoviendo a lo interno y externo de su membresía, en todo el país, el respeto por la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni prejuicios; también, que seguirá rechazando toda manifestación de violencia.