Ante la violencia, rompe el silencio

Ante la violencia, rompe el silencio

POR MARGARITA QUIROZ
La violencia contra la mujer no es una problemática que queda confinada entre las cuatro paredes de una habitación. Es un mal social con aristas que lastima con sus filos a la mujer maltratada, a los hijos y familiares, y en su conjunto, a la sociedad.

Tampoco se trata de una situación exclusiva de las familias con bajo nivel académico y escasos recursos económicos, como erróneamente muchos creen, pues según la psicóloga Evelyn Soraya Lara de Mármol, vicepresidenta del Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM), el grado de profesionalidad y la cantidad de dinero que un hombre abusador tenga en el banco, no limita su capacidad violenta. Por el contrario, según la especialista de la conducta, la mayor parte de las consultas que atiende diariamente provienen de familias exitosas profesionalmente y con ingresos muy buenos. 

Ante lo planteado, hoy día se hace urgente acabar con la violencia intrafamiliar y la forma idónea es denunciando la agresión.

La mujer maltratada tiene que saber que violencia es todo lo que causa vergüenza, miedo, dolor, angustia y como última y lamentable consecuencia: muerte.

En definitiva, la violencia es un desequilibrio del ser donde hay una persona que domina, mientras la otra (la víctima) termina sintiéndose controlada y hasta culpable de lo que está pasando. En todo acto violento siempre predomina el ejercicio de la fuerza y por eso se golpea y agrede verbalmente.

Toda mujer, y en específico las que viven una situación de maltrato, debe valorarse como ser humano, no silenciando lo que le pasa.

Por lo general, una mujer maltratada tiende a tener una baja autoestima y aprende a escuchar lo que le dice su pareja como la verdad absoluta.

Termina sintiendo vergüenza por lo que está pasando, sin embargo, no encuentra la forma de salir de ese proceso de violencia.

Esta mujer se envuelve en un círculo vicioso: primero el hombre maltratador caracterizado por un mal carácter, le grita, humilla y acosa, luego se violenta, la empuja, le hala el cabello, la amenaza con un arma, la hiere y finalmente él llora, la besa, le promete que cambiará y le regala algo. Ella, por su lado, lo perdona, llora y lo justifica.

Psicológicamente, a entender de Lara, esta es la conducta asumida por la mayoría de las mujeres maltratadas, hasta el punto de valorar este problema como algo normal.

CÓMO ROMPER EL SILENCIO

Muchas de las mujeres maltratadas entienden que el amor que sienten por su pareja hará que él cambie de conducta. Esta esperanza, junto al temor a ser asesinada, así como a la pérdida del apoyo económico por parte de su compañero conforma la conducta de toda mujer en situación de violencia.  

La negativa de privar a los hijos de tener un padre es otra de las causas por la cual la mujer mantiene esta relación.

La mujer maltratada, a entender de la especialista, tiene que aprender a poner límites a la conducta violenta, buscando mecanismos externos ya sea comunicándolo a sus padres, familiares  de origen o a alguien que le sirva de control al abusador.

Otra alternativa es poner el caso en manos de la justicia, pues es importante que la mujer sepa que tiene derecho a defenderse.

Individualmente la mujer puede hacer entender a su compañero que ella no lo provoca. Ante el entendido de que él percibe que las acciones de la mujer es una forma de provocación.

El hombre maltratador tiende a enredar con su lenguaje a la mujer por lo que ésta debe aprender a manejarse.

25 DE NOVIEMBRE

La elección del 25 de noviembre como fecha internacional de la lucha contra la violencia a la mujer fue un acuerdo tomado por las participantes en el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se llevó a cabo en Bogotá en 1981, aceptando la solicitud de la delegación de República Dominicana que proponía que de esta forma se rindiera homenaje a las hermanas Mirabal: Minerva, Patria y María Teresa. Ellas son un ejemplo vivo del tipo de mujer comprometida con las luchas de su pueblo.

 Las tres hermanas cayeron por la violencia del régimen de Trujillo, quien durante 30 años mantuvo al pueblo dominicano en el atraso, en la ignorancia y el caos.

DATOS ALARMANTES

Según datos suministrados por la Secretaría de la Mujer, de enero a octubre se han registrado 42 casos de feminicidios. En enero seis, febrero uno, marzo uno, mayo tres, junio cuatro, julio nueve, agosto cuatro, septiembre ocho y octubre seis. En el 2002, según el libro  Feminicidio en la República Dominicana,  unas 100 mujeres murieron a causa de la violencia  contra la mujer.

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