Las campañas publicitarias, en apego a la ley 42-01, advierten que el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud. Pero, ¿sabe cuándo un “traguito” se convierte en exceso? o ¿cómo puede afectar a su organismo?
Las consecuencias del abuso en la ingesta de bebidas alcohólicas va más allá de una simple resaca.
Aunque no pueda constatar el efecto con sus propios ojos, ciertos órganos reciben un verdadero daño al tratar de metabolizar el alcohol que el cuerpo no puede eliminar, aun con un solo “jumo”.
A largo plazo, cuando la ingesta desmesurada se hace constante, gran parte del cuerpo sufre, especialmente el hígado y el sistema nervioso: en el cerebro, por ejemplo, el deterioro es irreversible.
Así que si piensa darse unos “traguitos” para celebrar las fiestas que se avecinan, le invitamos a tomar unos minutos para informarse y meditar en cómo podrían afectarle unos tragos de más. Para que tenga una idea más clara, hemos reproducido una infografía que muestra con detalle lo que ocurre en cada órgano y los síntomas que irá manifestando en las diferentes fases de la embriaguez.
Es importante recordar que si se padecen enfermedades como la diabetes o cardiovasculares la prevención es más estricta.