Sentados en un banco del parque, en Santiago, Píndaro lee un artículo publicado por el HOY hace unos días… Un curioso periodista, que no quiere pecar de olvidadizo, sacó del fardo de sus memorias un fajo de recuerdos sobre el noticiario Mundo Visión, recientemente declarado ‘desaparecido en acción’…
Mientras devora el artículo, comenta con su cercano amigo Herminio – a quien tiene sentado justo a su lado- cuán importante es tener siempre viva en la memoria todas esas anécdotas referidas por su autor…
De pronto, Píndaro pone a un lado su lectura del periódico y exclama: “¡Ven acá, Herminio!… ¿Y tú no fuiste de los fundadores de ese noticiario?… ¡Sería una pena si tú no nos contaras tus experiencias, antes que el MUNDO pierda su VISIÓN…”.
“Jajajajajaja..”-sonríe Herminio-, “las cosas tuyas, Píndaro… ¿Para qué tú quieres que yo traiga a colación cosas que… ¡total… ya no sirven para nada!…”.
“Nooooo… -replica Píndaro- ahora es el momento de dejar bien claro, para la historia, aquellas experiencias de ese espacio noticioso que, desde sus inicios, llenó una importante etapa…”.
“Mira –exclama Herminio-… Me vi comprometido, desde su primera emisión, a iniciativa de un señor que fue casi mi papá de juventud… Don Antonio Bojos…. Le llamaban “Bojitos”… Gran amigo de Popi, el propietario del canal… Me llamaron a formar parte del grupo que daría vida a la programación y lo acepté… Luego de una reunión con Manolo Quiroz –El Pollo, como le decíamos-, y con Luis Janer –Cuqui- como le apodábamos, recibí la gran responsabilidad de ser el lector oficial de las notivcias internacionales en las dos emisiones diarias…”.
“¿Y, quiénes te acompañaron en esa aventura? –cuestiona Píndaro-…
“Era un equipo de grandes ligas… El internacional Don Alberto González Rubio.. para los editoriales… Para lectura de las nacionales y los deportes, César Pichardo y Johnny Nouel –hoy desaparecido pero muy recordado por su perfil profesional ante el micrófono- y, en las internacionales, estaba yo…”.
“¿Y, cómo te hacías tú para la lectura de esas noticias?… ¿No venían en inglés? –cuestiona Píndaro”.
“Esa es una experiencia inolvidable… -le responde Herminio-… La guerra de Vietnam estaba en sus buenas… El Vietcom le daba funda y el otro bando le respondía por igual… La preparación de las noticias que ellos generaban, hacían más importante cada momento de su lectura… Por ejemplo: La empresa que suplía las noticias era VissNews… Las hojas impresas eran recibidas en dos tonos: Las azules era noticias del mundo… Las impresas en amarillo eran de la guerra… Junto a los textos recibidos, recibíamos un carrete con película en 16 milímetros que era rebobinada y preparada por el gran amigo Papío Báez, a cargo del laboratorio del canal…”.
En eso, Píndaro mete la cuchara y exclama: “¡Todavía no me has respondido!… ¿Cómo te hacías tú con la lectura de esas noticias?…”
“Ahhhh… es verdad –le responde Herminio-… Las hojas las enviaban de la capital y me las entregaban cerca del mediodía de cada día y, de inmediato, procedía a su traducción al español… Las copiaba a maquinilla –no había computadoras para ello-… Lo escrito, era entonces leída en ambas emisiones… Recuerdo que mi mamá vivía -para esa época- en la capital y, para estar con ella más frecuente, durante unas tres semanas estuve viajando ‘en bola’ desde el mismo canal en el hotel Matún en Santiago muy temprano en la mañana para regresar en el carro de Línea Duarte de las 2 de la tarde… ¡para mi primera emisión!… Mientras venía en carretera… ¡Hacía la traducción de las internacionales al español… la escribía en una pequeña Olivetti portátil y me las iba aprendiendo para luego leerlas en vivo!… La experiencia fue tan buena y agradable que, una tarde -al llegar de la capital vistiendo chancletas y un pantaloncito bermudas- me dispuse a leer mis noticias.. Mientras estaba en cámara, leyendo sobre la guerra, en la pantalla se proyectaba a los vietnamitas emigrando con sus pesadas cargas… ¡De pronto!… Levanto la cabeza mientras sigo narrando la noticia…. ¡Lo que veo en cámara es la misma escena pero, con un par de pies en chancletas y los dedos grandes moviendose al ritmo de la lectura!…. Justo me doy cuenta que, la cámara que estaba supuesta a enfocarme sólo en mi parte superior para una imagen de medio cuerpo, había sido colocada en close up hacia abajo a mis pies, mientras al mismo tiempo estaba sobre-impuesta a la película original de la noticia… ¡En ese momento, tuve que parar de leer… y… ¡sólo mostrar mi espanto!… Todos en el estudio explotaron en risas… ¡Hasta que, finalmente, tuve que hacerlo yo!”…
Píndaro, riendo con él, agrega: “Ojalá y puedas, Herminio, en una nueva oportunidad conmigo, traernos otros recuerdos… antes que el Mundo pierda su Visión”.