Anthony Bernal
“La familia está primero”

<STRONG>Anthony Bernal<BR></STRONG>“La familia está primero”

Fotografías: Rubén Román
Alto, delgado, de sonrisa tímida y cautivante mirada, Anthony Bernal es el típico hombre de éxito que huye sin embargo de toda la parafernalia que esta conlleva. Ataviado con un elegante traje oscuro y corbata en combinación, no puede disimular su desagrado en un estilo del que no se siente cómodo porque no lo identifica con lo que es: un ser libre, sencillo y desenfadado.

Su esposa Noris es su compañera por casi 20 años, una unión que tuvo pinceladas de magia y de la que se sienten cada día más íntimamente convencidos. Al verlos juntos, tanto por sus físicos, que reflejan armonía y belleza haciéndolos lucir como dos adolescentes, como por la sencillez y humildad de sus personalidades, no deja paso a la duda de que son una pareja feliz. Una felicidad que ha sido bendecida con la llegada de sus hijos: Anthony, de 18 años, y la pequeña Ysabela, de tan sólo cuatro meses, que ha logrado llenar de plenitud y dicha a la ya feliz pareja. 

Ambos han sabido combinar trabajo y amor sin desmedro de ninguno, y no hay duda de que hoy disfrutan del resultado de un proyecto al que se han dedicado en cuerpo y alma: el Club Atlético Body Shop.

Pero no solo el éxito económico engalana sus aciertos, sino que ellos mismos son el símbolo más evidente de lo que proclaman: un cuerpo saludable donde guardar una mente sana y un espíritu emprendedor.

Hoy se sienten completamente bendecidos y al efecto, han hecho ajustes a sus vidas para priorizar lo esencial, eso que a veces se engaveta o se pierde en el camino del éxito.

Anthony y Noris nos hablan de ello con absoluto convencimiento y con el apremio por compartir la gran verdad que han descubierto.

Para ello, nos abren las puertas de su hogar, un espacio lleno de luz y de color, de exquisitos elementos perfectamente combinados con la naturaleza que parece entrar sin agresiones. Un espacio donde se mueven con absoluta libertad, porque cada rincón habla de sus emociones, sus sentimientos y sus gustos. Y así, con tan sólo traspasar el umbral, también nos abren las puertas de sus almas, donde entramos sigilosos, curiosos y apresurados para constatar que en su interior habita la paz y la humildad que solo da la integridad combinada con el amor.

«Las palabras… enanas.

Los ejemplos…gigantes.»

                      Proverbio Suizo

Llegamos a nuestra entrevista con una idea muy fija de los personajes a entrevistar. Ambos han logrado proyectar una imagen de salud y energía que se refleja en sus cuerpos y en su entorno.  Los Bernal, sin dudas, son una pareja-símbolo de la vida sana, de ejercicios y deportes, de la búsqueda de la perfección física y en consecuencia, sinónimo de energía y acción.  Sin embargo, ya desde nuestra llegada a la retirada residencia de nuestros entrevistados, nos percatamos de que la quietud y la armonía eran parte de la vida que ellos han preferido vivir y que dista mucho de la dinámica que viven en su área de trabajo: el Club Atlético Body Shop.

Orden y elegancia en un estilo vanguardista sin excesos, en completo equilibrio entre lo moderno y lo natural, nos da la bienvenida en una residencia llena de luz y de color, pero sobretodo, donde se percibe un halo de paz y de sosiego.

Ingeniero de profesión y proveniente de una prestigiosa familia que ha hecho historia en la construcción de nuestra ciudad, Anthony nos confiesa parte de su vida. Esa que escapa de la rutina y la disciplina de los ejercicios y que se goza en la libertad de las emociones y sentimientos más exquisitos.  Su hogar es su santuario, y en el disfruta de una familia bendecida por Dios. Su esposa Noris lleva junto a él 20 largos años, donde han procreado a Anthony, que hoy tiene 18 años y acaba de graduarse de secundaria y a la pequeña Ysabela, con tan solo cuatro meses de nacida y la cual ha traído la más profunda alegría a la familia con su sorpresiva llegada.

Su historia es una historia de amor real, auténtico y permanente. De esas historias que se reseñan en novelas de aparente ficción, sólo por el hecho de que son escasas. Sus miradas se cruzan y comparten abrazos y caricias en el marco de la más auténtica naturalidad. Ambos confiesan por separado haberse amado desde el primer momento. Un amor que creció con las coincidencias, afinidades y la pasión de ambos por el deporte y el fitness.  Pero, más allá del éxito logrado con Body Shop, ellos han sabido mantener saludable y en completa forma sus más profundos sentimientos: el amor, el respeto, la camaradería, el buen humor y la certeza del amor de Dios en sus vidas.

De pocas palabras y grandes sentimientos, Anthony Bernal responde a nuestras preguntas con absoluta confianza, convencido de su más importante rol: ser padre7

¿Cómo te inicias en el negocio del fitness?

Estaban vendiendo el gimnasio y fuimos a verlo. Nos gustó mucho, porque era lo que habíamos soñado hacer, así que lo compramos. Eso fue en el 1986 y así empezamos, con un localcito alquilado, donde Noris era la única empleada pues yo estaba estudiando mi carrera de Ingeniería Civil.

Empezamos a crecer poquito a poco y como yo estaba estudiando, iba de noche a arreglar las máquinas, o a hacer cualquier cosa que se necesitara, pero ella realmente se fajó. Después se contrató una muchacha, luego una segunda muchacha y después nos mudamos al hotel Plaza Naco, que es el Clarion ahora, eso fue en el 88, dos años después. Luego fuimos creciendo, haciendo ampliaciones, remodelaciones, hasta que hicimos un verdadero Club Atlético. Un club atlético significa  facilidades mucho más grandes y actividades deportivas de todo tipo.

Hicimos ese cambio, cuando construimos el edificio en Naco, donde esta Body Shop ahora mismo, en el año 1998. Ese fue el gran salto, el gran crecimiento y después, en el 2002 abrimos en Arroyo Hondo. No hemos seguido creciendo mucho, porque valoramos mucho la familia y el hecho de crecer mucho el negocio, significa dedicarle más tiempo con desmedro de la familia. A veces uno debe de pensar las cosas, y determinar si quiero éxito empresarial  o uno le pone su peso suficiente a lo que es la familia y quizás por eso no hemos crecido tanto. Acabamos de cumplir 22 años siendo exitosos en el mercado, y ciertamente podríamos tener cuatro, cinco o seis instalaciones más, porque el dinero está y cuando uno tiene un negocio exitoso todo se facilita. Pero te voy a ser franco: la principal la razón no es esa, esa es una razón, pero la más poderosa es el hecho de que un negocio como este, de servicio, necesita muchas atenciones. Somos muy celosos, Noris más que yo, de la calidad del servicio. 

 Quizás eso nos ha empujado a mantenernos con estos dos negocios solamente, para poder dar un servicio de calidad. La gente nos felicita por lo que hemos logrado, por lo que estamos logrando y siempre nosotros encontramos que nos falta mucho por recorrer. ¡Es increíble! la calidad de un servicio es ilimitado, nunca termina. Yo le digo a Noris, «vamos a abrir dos gimnasios más», pero a ella no le gusta eso, y mucho menos ahora con esta miembro más de la familia. uno piensa más en eso, en dedicarle más tiempo a la familia y no tanto al trabajo.

Cuando el negocio empezó a florecer ¿Qué hiciste? ¿te alejaste de lo que es tu profesión, compartías el negocio algún tiempo o se lo dejaste todo a Noris?

De esos 22 años yo podría decir que estuve como 15 ó 16 años trabajando en mi profesión, conjuntamente con el gimnasio. Estuve trabajando con mi familia, el grupo Naco por 12 ó 15 años. Después me independicé e hice mi compañía de construcción, donde  estuve por cuatro o cinco años, pero desde el 2002 yo he dejado lo que es la construcción y estoy dedicado completamente al gimnasio. Ha crecido mucho, necesita de mí, porque una empresa de ese tamaño hay que cuidarla, ya que como dice el refrán: «El ojo del amo engorda el caballo»7

Yo soy mi mismo Gerente Financiero, todos los números y todo eso, más bien dirijo la parte de finanzas, los servicios generales y ese tipo de cosa. Noris se encarga de mercadeo, ella está un poquito alejada ahora, por lo del nacimiento de la niña, pero ella siempre está pendiente.

¿Existe hoy una mayor conciencia sobre los beneficios de hacer ejercicios?

Definitivamente sí. Ha crecido muchísimo realmente. La gente esta mucho más consciente que antes, pero todavía falta mucho. Yo no tengo cifras aquí, de porcentaje de personas que asisten a clubes de ejercicios, pero sé que son muchas. P0ero todavía estamos en pañales, si lo comparamos con Brasil o Suecia.

¿Cuáles son los motivos principales por lo que la gente acude masivamente al gimnasio?

Yo creo que la necesidad inicial es la salud. Si fuéramos a evaluar, yo creo que el 60% de la gente va por salud a hacer ejercicios y hay un 40%  de las personas que van para verse mejor, pero también la gente que va por salud también va para verse mejor, una es consecuencia de la otra.

¿Cómo definirías lo que es una vida saludable y cómo la aplicas en tu casa?

¿Qué cosas haces y no haces?

Una vida saludable yo la defino como un balance,  porque todos los excesos hacen daño. Nosotros no somos, lo que mucha gente piensa que somos, estrictos en la dieta y el ejercicio. Nosotros somos bastantes comunes dentro de nuestro grupo, pero hay gente que nosotros le parecemos súper atléticos. Pero si vamos a lo que es una persona atlética, competitiva, nosotros no estamos en esos márgenes porque ya hemos pasado esas etapas. Yo tengo 47 y Noris tiene 41 y aunque hay atletas que se mantienen, nosotros no estamos en esa onda. Pero sí mantenemos un balance de la alimentación, pero no dietas estrictas, sino aprender a comer. Nosotros comemos de todo7

No somos vegetarianos, y después que me casé he aprendido a comer de todo. Yo no comía pescado, solo comía lechuga, tomate y repollo. Ahora como vegetales de todo tipo, ¡me gustan! Como carne, como pollo, pescado y hasta me como mi hamburguer, porque ¡hay que darse gustos! aunque, si te vas a comer un hamburguer, trata de comértelo con pan integral y con mucha lechuga. Yo le pongo mucha lechuga, le pongo tanta lechuga, que parece una cosa de fotografía, no es pan y carne, yo me como un plato de ensalada en ese hamburguer.

¿Le has inculcado a tu hijo este estilo de vida y de deportes, gimnasio, etc. o le has permitido que él escoja lo que le gusta?

Yo no creo que se lo haya sugerido, eso ha venido solo. En el orden de los deportes, digamos, le gustan los deportes extremos al igual que a mí: bicicleta, motores. él ya ha montado más motor que yo, y él lo ha visto  desde pequeñito. A los seis años yo le compré su motor y nos íbamos a montear juntos. Lo enseñé a montar bicicleta cuando casi no sabía ni caminar bien. Las rueditas de atrás las usó un solo día, se las quitó, y siempre ha tenido una habilidad innata. Y ciertamente, él ha visto en mí  todo eso, así como la parte del ejercicio, lo ha visto toda la vida. Tanto yo como su mamá, no hemos tenido que decirle que haga ejercicios, porque él lo asume como una forma natural. El ejemplo es una cosa increíble para los hijos.

¿Qué aprendiste de tu familia?

¿Qué valores en general tomaste de tus padres para transmitírselos a tus hijos?

La unidad matrimonial. Mis padres tienen como 60 años de casados y siguen unidos, felices todo el tiempo. Ellos para mí han sido un ejemplo, tanto de unión como de trabajo. Y hablando del ejercicio, tengo una imagen de mi papá de cuando íbamos a la piscina, él se ponía a  hacer lagartijas y me ponía a mí en su espalda y yo desde chiquito aprendí a hacer lagartijas. Yo tengo esa imagen de él, mi papá tenía cuarenta y tantos años y yo como ocho años cuando eso.

¿Qué significó para ti tu primer hijo, y luego la llegada De tu hija después de 18 años?

Bueno, mi hijo para mí es realmente un compañero. Ahora lo estoy apreciando más porque al principio estaba muy inmiscuido en el trabajo. Yo trabajaba como un animal, doce y catorce horas al día. Compartía los fines de semana con él, pero eso no está bien, uno tiene que compartir todos los días, se supone que tú trabajes como ocho horas máximo, pero el día tiene 24 horas7

Si tú trabajas ocho horas, tienes ocho para dormir, tienes que las ocho restantes, cinco de esas con la familia y tres para ti, digamos, si tu repartes bien las 24 horas, pero no es así. Pero yo tengo una relación con él, muy, muy cercana, muy única. Nos han unido mucho las actividades conjuntas, de los deportes y eso, y ahora con esta bebé, esto es como un regalo de Dios, porque yo siempre desde que tuve mi primer hijo, quería un segundo hijo, lo que fuera.  No sucedió y tuvimos un tiempo buscándolo. Noris tuvo una pérdida y los médicos le dijeron que no debía tener hijos porque era peligroso para su salud. Nos olvidamos de eso y vino. La verdad que fueron muchas oraciones  que yo hice. Yo le digo a la gente, que yo que soy muy matemático como ingeniero al fin, tengo que confesar que las oraciones sí funcionan. Todas las veces que yo he orado, Dios me ha respondido.

¿Qué vino a significar ésta bebé en la familia?

Esto fue una sorpresa, una alegría para todos. Los abuelos de parte de padre y madre, todos están locos con la bebé. Ha traído una gran alegría, y ha sido una bendición por todos los lados y ahora lo estoy cogiendo más suave con el trabajo. Yo creo que llegó el momento de poder disfrutar todo lo que uno tiene. Ahora no tenemos que afanar tanto. El otro día estaba hablando con un amigo que tiene que hacer esto que tiene que hacer lo otro, para dejarle a sus hijos, y yo le dije: “Lo que tú le vas a dejar a tus hijos es el tiempo que les das”. Las necesidades del hombre son ilimitadas y uno nunca va a estar conforme económicamente. Yo sé que quizás es muy fácil decirlo para mí, por la posición que gracias a Dios tengo, pero hay gente, que no ponen el freno nunca, siguen y siguen y por supuesto, descuidan sus familias.

¿Qué valores crees tú, que debes inculcarle a tus hijos, cómo legado?

La honestidad, el amor a su pareja, la fidelidad, la integridad. Creo que la integridad abarca muchos valores como la ética, todo eso me lo enseñaron a mí. Fue lo que me mostraron como ejemplo mi padre y mi madre en mi casa, eso es muy valioso. Y creemos tanto en ello que ahora mismo pertenecemos  a una organización que se llama «Dominicanos por la integridad».

Háblame de tu mujer, ¿Qué significa para ti?

Un largo silencio, acompañado de un suspiro profundo, nos indica que la pregunta le impacta y le hace entrar a sus más íntimos pensamientos y emociones. Respetando la emoción, espero por sus palabras y sin el menor asomo de vergüenza, me confiesa:

«Se me aguan los ojos al pensar en ello.»

De nuevo un gran silencio

y con voz queda, como quien se habla a sí mismo relata:

«Yo esperé mucho para encontrar a la mujer de mis sueños. Yo era muy selectivo. Recuerdo que mis amigos me decían: «¡No pidas tanto!, mira a fulanita, mira aquella», y me decían también, «tú princesa no va a llegar”, ¡pero llegó!.

¿Cómo supiste que era ella?

Hubo una atracción física desde el momento en que la vi. Empezamos a salir continuamente, día tras día, y me di cuenta de que había no sólo una correspondencia, sino que cada día me sentía más enamorado, más seguro de que era la persona que estaba esperando7

Antes de pedirle amores o de ser novios formalmente ya yo le había dicho que me casaba con ella, que se quedara a vivir acá, porque los padres de ella estaban en Puerto Rico. Es decir, que yo estaba decidido a que ella fuera la madre de mis hijos. Yo estaba y estoy convencido de que ella es mi otra mitad.

¿Cuál tú dirías que es la fórmula, para mantener un amor así por tantos años sin que se haya marchitado o apagado?

Para serte franco, no te voy a decir que no hemos tenido momentos malos, porque hemos tenido nuestros momentos amargos. Uno cuando lo recuerda le da hasta pena, de que en una relación tan bonita hayan existido esos momentos. Pero todo eso es natural. Ella es una persona, yo soy otra. Ella nació en un país y yo en otro, ella se crió con una cultura y yo con otra. Somos diferentes. Pero yo creo que la fórmula que me ha funcionado a mí es desde el principio, la tolerancia, el hecho de que para pelear se necesitan dos. Yo he sido muy así, pero eso no quiere decir que estemos así por mí, porque ella también ha sido tolerante, porque yo tengo mis cosas, cada uno es diferente. Si yo encuentro algo que me molesta de ella, ella también encuentra algo que le molesta de mí. Esto ha sido algo de ambas partes, esta es una de las recetas.

La segunda receta, nos ha llegado un poco más tarde o más avanzado en el matrimonio, pero ha sido igualmente eficaz y tremendamente importante, y es el habernos acercado más al Señor, en quien hemos puesto nuestra confianza y centro de nuestra familia.

En términos de educación, con dos hijos en edades tan diferentes, ¿En qué la basas? ¿Cómo manejas la disciplina y el respeto?

Son dos preguntas pero la respuesta es muy similar y te voy a explicar por qué. Yo no soy mucho de conversar y hablar, sino de cómo dar ejemplo con mis acciones y su mamá es lo contrario, le gusta hablar mucho. Por eso tenemos la combinación perfecta, Yo creo que el legado que yo le pueda dar a mi hijo y a mi niña, es el ejemplo de cómo yo me he desenvuelto, y me quiero desenvolver en el futuro con mi familia y con mi trabajo, y qué posición le doy a cada cosa dentro de mi vida. Por ejemplo, una de las cosas que quiero darles -y estoy trabajando en eso- es  que el trabajo no sea como fue al principio, lo principal. Antes, el trabajo lo era todo y la familia estaba en segundo plano. Mucha gente dice que no, que la familia primero ¿pero realmente es así? Para mucha gente siempre el trabajo está primero. Ahora, en este momento de mi vida, que entiendo que gracias a Dios estoy a tiempo, yo creo que la familia está primero. Te lo digo porque yo tendría que hacer una auto-evaluación crítica, seria, en cuanto al tiempo, y ver qué tiempo le estoy dedicando, con números, y cuando yo vea que le estoy dedicando más tiempo a la familia y menos al trabajo, entonces es verdad. Yo voy a hacer ese ejercicio. Otra cosa que yo quiero legarles es que siempre tengan tiempo para Dios y la ayuda a los demás.

¿Quién imparte la disciplina?

Los dos, pero ella más que yo. Creo que eso es porque yo me crié en una familia que era así. Mi mamá era la que ponía la disciplina y mi papá era solo en casos extremos. Y en nuestra familia funciona así, aunque hay muchas cosas en las que yo tengo que ayudar, pero la mayoría del día a día, es ella.

¿Cómo te defines como Padre?

Condescendiente, amigable, cariñoso…bueno, yo quiero ser cariñoso, pero se me hace difícil, no me sale natural. Pero mi hijo tiene confianza en mí, se me acerca a preguntarme de todo lo que le pasa y yo le cuento cosas como si fuera a mi mismo, para que él haga lo mismo conmigo.

¿Cómo te autodefines?

Me defino como trabajador, sensible, para nada complicado, quizás, simple. No le doy mucha mente al qué dirán. A veces eso me trae problemas, porque digo las cosas con poco tacto, pero pienso que hay que decir la verdad aunque duela, aunque a veces reconozco que se debe tener tacto. Quizás por eso mucha gente me tilda de pesado, pero no lo soy. Mí semblante a veces se ve así. En la oficina a veces  me lo dicen y entonces yo cambio el semblante, porque por dentro no soy así. Yo soy un tipo jovial, un tipo que me gusta relajar, no me gusta la formalidad. Yo creo que soy sencillo7

¿El mejor momento de tú vida?

El día de mi matrimonio. Cuando estaba entrando ella y llegaba al altar. Me emocioné y ese momento no lo olvido.

¿A quién admiras?

A Mahatma Ghandi.

¿Te consideras un hombre feliz?

Sí.

¿Cómo defines la felicidad?

La ausencia de dolor emocional y físico, la mayoría del tiempo. Eso es lo que yo estoy viviendo.

¿Una palabra que te identifica?

Auténtico.

¿Cómo te gustaría que te recuerden?

Como alguien que vivió dedicado a los demás.

Un mensaje a todos los padres…

Yo le diría a las parejas jóvenes que planifiquen su vida, que escojan bien sus prioridades, ubicando principalmente a la familia en el lugar más importante, sin dejarse llevar de la ambición y la adicción al trabajo, descuidando el tiempo que deben dedicar a sus hijos, porque el tiempo pasa y no se recupera. Y por supuesto, que busquen de Dios, que es el único que puede hacer que toda nuestra vida se desarrolle en paz, armonía y prosperidad.

Su otra mitad…

Mientras realizábamos la entrevista, Noris había estado pendiente de cada detalle, desde las atenciones a nuestro personal, hasta el más mínimo detalle de su pequeña, de su hijo Tony y de su esposo Anthony, la selección de su ropa y de los espacios a fotografiar.  Su semblante agradable y sonriente, invita a la cordialidad, así que aprovechamos un espacio de tiempo para tratar de hurgar en su interior. 

Cubana de nacimiento, llegó a República Dominicana de paso hacia Puerto Rico, pero a su llegada, el destino le tenía otros planes. Conoció a Anthony y quedó completamente prendada, al punto de pedirles a sus padres que la dejaran en Santo Domingo a continuar su Universidad. Y así lo hizo. El amor echó raíces y juntos proyectaron su vida en común, disfrutando de las delicias de encontrar la pareja de sus sueños.  Como atleta de nado sincronizado con muchos títulos como campeona centroamericana de esta disciplina, Noris compartió con Anthony la pasión por el deporte y el sueño de ambos de manejar un gimnasio. Y lo lograron.  El Club Atlético Body Shop fue un sueño hecho realidad para ambos, pero en especial para Noris, al que entregó todos sus conocimientos y amor por el deporte.

Con 20 años de casados, confiesa sentirse completamente enamorada de su esposo, de quien afirma que son «complementos perfectos, el uno para el otro» y lo define como «un hombre leal, hogareño, y cariñosísimo». «Como padre no puede haber otro mejor», afirma, mientras confiesa que «ha sido el amigo y el compañero perfecto para nuestro hijo Tony, con quien comparte todos los deportes que le ha enseñado».

 

Nombre: 

Anthony Bernal Rodríguez (Tony)

Edad:   

18 años

«¡Mi papá es lo máximo!, es mi todo. Ha estado conmigo en las buenas y en las malas y me ha apoyado en todo, hasta en las cosas más extremas. Si se diera un premio al mejor papá del mundo, él se lo ganaría porque siempre ha estado conmigo.

No quiero que cambie.»

De cerca….

Una pasión:

Motocicletas.

Un día de la semana:

Sábado.

Una hora del día:

8 de la noche.

Una ciudad:

San Diego.

Una aventura:

Tirarme en paracaídas.

Un deporte:

Windsurf.

Tu frase de batalla:

«Eso es sencillo».

Epílogo

Desde la terraza al aire libre de la residencia de los Bernal se puede disfrutar de una hermosa vista de exquisita naturaleza, y a esta hora de la tarde,cuando el sol empieza a ocultarse y los pájaros cantan sus rituales pre-nocturnos, se disfruta de un remanso de paz. 

Lejos quedan los ruidos de la gran ciudad, y de igual manera, lejos quedan los conflictos o la prisa. 

La familia Bernal ha hecho de su hogar un refugio,  como esos a que escapamos cuando el stress nos agobia.

Ellos sin embargo lo han asumido como prevención a los afanes y como cotidiano estilo de vida.

Y como contraparte a su conocido dinamismo, se imponen la tranquilidad como dosis exactapara su armonía interior.

Anthony Bernal, como eje del hogar, se convence a diario que cada día es un regalo de Dios y en consecuencia,ejercita su cuerpo y su alma para tomar el control de su vida.

Una vida que hoy aprecia más que nunca porque está completamente convencido de su importante rol como Guía de sus hijos por los caminos del amor, el conocimiento y la verdad.

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