Con el interés de presentar la perspectiva de su alma e interpretar en escenarios de España el arte de su inspiración, Anthony Ocaña gana la atención de un público que acude a sus conciertos. En el mes de marzo estuvo en la Sala Clamores de Madrid, adornada por esculturas del artista Nani Boronat. Le acompañaron el percusionista Sebastián Merlin y el clarinetista Eduardo Molero, con un derecho de entrada de cinco y siete euros por persona.

Ocaña también ha hecho varios conciertos este mes en “Café Berlín” y “Café Babel”, donde por los reportes que llegan, el público disfruta y vive cada interpretación. La veriedad de su música en la línea clásica le permite expresar sus sentimientos.

La prensa de Madrid le dedica espacios para conocer más de él y descubrir el sentido de la música que le gusta tocar y escuchar. Se publicó que en un panorama musical falto de originalidad, Anthony irrumpe con un sello propio en el que conjuga el folclore latino, el jazz y la música clásica.

En una entrevista que le hizo Gema Eizaguirre, de 20 minutos, el guitarrista expresó que ha compuesto música para documentales, teatro y danza. En torno a la muestra de los temas de su segundo disco, se le preguntó cómo surge el peculiar estilo y contestó que el proyecto de guitarra y percusión pretende recuperar el folclore latino y los sonidos afroeuropeos.

“Es una música muy ecléctica; es original, pero no rara”.

De si hay público para esa música tan atípica, él considera que sí, porque la gente espera propuestas nuevas, aunque los medios de comunicación no se hacen eco de ello, con lo que se limita la proyección.

Anthony Ocaña incluye en el repertorio temas cantado, pero su mayor entrega está en los instrumentales. Todavía no se ha dedicado a pensar qué prefiere.

[b]Parte de la entrevista[/b]

Ha compuesto música para documentales y danza. ¿Dónde está más a gusto?

“Es distinto, pero en estos trabajos estás más limitado y te ciñes a acompañar a la imagen. Pero me gusta, y también quería hacer alguna banda sonora”.

Es muy amigo de Luis Eduardo Aute. ¿Por qué no ha utilizado más este contacto?

“La amistad y el arte son dos cosas distintas. Aute es como mi padre y le debo muchísimo. Si surge hacer algo junto con él, estaré encantado, pero ya ha hecho mucho por mí”.

¿Cómo es la estructura del concierto?

“Toco temas de mi segundo disco, que saldrá después de verano, y otros nuevos. Yo tocó la guitarra y me hago acompañar de percusión y clarinete”.