No es la primera vez que se sugiere el efecto beneficioso que tiene el ejercicio físico sobre el estado de ánimo. Esta vez un trabajo publicado en el American Journal of Preventive Medicine ha estimado que hacer algún tipo de ejercicio aeróbico (correr, bailar, nadar, montar bicicleta..) durante media hora, entre tres y cinco veces por semana, reduce a la mitad los síntomas depresivos de los individuos afectados por esta patología en grave leve o moderado.

Por otra parte, los autores del trabajo pudieron observar que si el deporte tenía cierta intensidad (correr sobre correa rodante o pedalear) los beneficios eran aún mayores que llevando a cabo una actividad suave (estiramientos, relajación, flexibilidad). «El ejercicio físico nos ofrece una vía de tratamiento muy aceptable, particularmente por que puede recomendarse a todo el mundo», escriben los autores.

En este sentido cabe reseñar que, de los pocos afectados que buscan la adecuada y muchos de ellos no quieren o no pueden tomar antidepresivos.

El ejercicio pausado y continuado, como la natación, la bicicleta estática o caminar, y también un breve ejercicio enérgico, parece que tienen efectos beneficiosos en todo tipo de depresiones, especialmente en la distimia.

Se ha demostrado que después del ejercicio aumentan en el cerebro los niveles de serotonina y norepinefrina, cosa que puede ayudar a aliviar los síntomas depresivos.

Además de los beneficios fisiológicos, el ejercicio ofrece una estimulación psicológica. La actividad física proporciona una vía para canalizar la energía y así la persona se encuentra más capaz de tomar decisiones por sí misma.

Es especialmente útil el ejercicio si además de estar deprimido, usted se encuentra aburrido, abatido o intranquilo.

El ejercicio reduce la tensión y puede aumentar la sensación de bienestar general. Los deportes de equipo, como el baloncesto, exigen mayor capacidad deportiva y social, lo cual puede redundar indirectamente en una mejora del estado de ánimo. Dado el amplio espectro de beneficios que aporta el ejercicio, no es de extrañar que la terapia recreativa forma parte del enfoque integral del tratamiento de la depresión.

El ejercicio representa un primer paso, sencillo pero importante, sobre todo si usted se encuentra atravesando un bache y no le han diagnosticado un trastorno depresivo. Pero los síntomas de la depresión clínica probablemente no mejorarán tan sólo con el ejercicio. Si su estado de ánimo se encuentra aún muy bajo después de hacer ejercicio en días alternos durante un par de semanas, considere que ha llegado el momento de buscar ayuda profesional. Ello no significa que deba dejar de hacer ejercicio, ya que es una buena ayuda en cualquier tipo de tratamiento antidepresivo.

El ejercicio debe formar parte del estilo de vida para conservar la salud y prevenir enfermedades. Es increíble la cantidad de beneficios que tiene la actividad física sobre la vida emocional.