Duvergé, Independencia. Pequeños y medianos comercios, así como construcciones privadas que se levantaban   en  Duvergé,  provincia Independencia, han estado a la deriva luego de la caída de la producción lechera de 5,800 a 4,000 litros diarios debido a la crecida del Lago Enriquillo.

La ganadería es la actividad económica más importante  de esa comunidad donde no hay zonas francas, y ahora la principal fuente de empleo es el Estado.

 Muchos jóvenes han emigrado a la Capital y otros han ingresado al Ejército Nacional ante a falta de oportunidades. En tanto que propietarios de fincas anegadas luego de  ser productores ahora son empleados o chiriperos.

Producción sustentable.  Dalvis García Vólquez, presidente de la Asociación de Ganaderos de Duvergé, narra que antes de la crecida del lago producían  5,800 litros diarios y tenían una capacidad instalada  para incrementar la producción  a 10,000 o 12,000 mil litros en menos de un año.

A Duvergé entraba un promedio de RD$2.5 millones  cada quincena, producto de las ventas ganaderas.

Parte de esos recursos  llegaban   a los colmados, farmacias, pequeñas tiendas, motociclistas y otros negocios. Después de la inundación cayeron a producir  1,000 litros por día y ahora están en 4,500 gracias a esfuerzos  de algunos productores. Gran parte de esa producción es vendida a la plantas procesadoras, mientras que el  resto  se vende al detalle y  se convierte en queso.  García cuenta que esta situación ha llevado a que el precio del litro de leche suba  de 12 a  18 pesos y que las carnes aumenten 10 pesos. “Estamos hablando que antes habían productores con cientos de cabezas de ganado y ahora el que más tiene no pasa de 30”, dijo García, al indicar que esto ha generado emigración, delincuencia y mucha pobreza.

Cadena.  Sixto  Mercedes Heredia, propietario de un negocio  tradicional de bebidas en el parque de Duvergé, explica que la crisis económica ha provocado  una baja considerable en sus ventas. También, en la comunidad se evidencia la paralización de muchas construcciones privadas para comercios y/o ampliaciones de viviendas.

Testimonio

Felipe suberví

Empezar a los 60

Felipe Suberví  tiene 62 años y durante un largo tiempo se sostenía de la ganadería y  agricultura que desarrollaba en 500 tareas y con 30 cabezas de ganado. Lo  perdió todo. Tuvo que empezar a trabajar carpintería. Posteriormente pasó a administrar la finca de otro productor, que también perdió  terrenos. Luego compró 60 tareas en la Colonia Mixta, donde ha sembrado pastos y ahora tiene nueve cabezas de ganado. Al preguntársele cómo le ha cambiado la vida, resume “a volver  empezar con menos fuerzas y menos recursos”.