Antojos
El circo de Agosto (y 2)  

<STRONG>Antojos<BR></STRONG>El circo de Agosto (y 2)  

A esto hay que agregarle a la gente que paga  sus pesitos  para ir a la  casa lo antes posible para descubrir a quién pertenece tal cuerpo, cabello, piernas, etc. ¡Cuánto descaro colectivo!.  Lo lamento tanto por las personas que fueron usadas como carnada para picar el morbo colectivo, con el   costo social y emocional que esto conlleva. Luego, si por casualidad haya sido  el propio capo quien mandó los vídeos  a la calle, total era él quien grababa a sus presas  con la intención de seguir propagando su pretendido poderío sexual, le tengo una mala noticia: la impresión que causó su cuidada figura entre las féminas, tras el reapresamiento, se la llevó lo que ha sido calificado como pobre desempeño.

Nada de copas llenas de champagne, pétalos de rosas, sábanas de seda, juegos preliminares y todos esos cuidadosos detalles con los que el romance se promocionad por los grandes comercios. Él estaba allí como una reencarnación del mal, que viene a recordarnos con su grotesca vulgaridad lo bajo hemos caído como sociedad en conjunto.

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