Para nadie es un secreto que el negocio de la música ha cambiado. Que la industria ha tenido que reinventarse para poder subsistir en el entramado del entretenimiento. Hay muchos artistas y manager que han aprendido esto y han sabido buscar la fórmula para seguir ocupando un espacio en el escenario artístico local y para poder acceder al pastel, que ofrece como opción el mercado internacional. Todo es raro y es nuevo.

Hay mucha gente de la cadena del entretenimiento local que se ha quedado varada rascándose la cabeza y esperanzo a alguien con dinero que le de una determinada cantidad para hacer una nueva producción. Gente que se ha confiado excesivamente en su puesto en la pirámide local y se ha dormido en sus laureles y no ha invertido en su propia proyección. La breve estancia en el país de  Gabriel Abaroa y una comisión de los premios Grammy, significó mucho para mucha gente, primero para los niños de la escuela República Dominicana y segundo para los artistas del patio.