(A propósito de Luchy Vicioso)
Quizás algunos consideren efímeras algunas carreras artísticas de algunas mujeres en la historia de nuestra música. Sobre todo, porque lamentablemente, excepto raros casos, la mayoría han sido de muy corta temporada, aunque esta haya dejado huellas imborrables en la memoria del público que las siguió y sobre todo porque su pasó dejó canciones y grabaciones que ahora forman parte del tesoro artístico de  República Dominicana.

En estas cosas pensaba esta semana por varios motivos. El primero de ellos, fue la alegría y la nostalgia que produjo a mi alma, escuchar las canciones contenidas en el disco con que el Banco de Reservas convirtió en reserva musical a Luchy Vicioso.

Cuántas hermosas canciones, qué belleza de voz. Oír a Luchy Vicioso da ganas de cuestionarla y cuestionarse de cuáles razones o condiciones llevaron a nuestra industria musical a dejar pasar un talento de esa naturaleza sin convertirlo en un acontecimiento nacional e internacional.