Que el universo a veces se compone para trastocar las cosas normales de la vida y convertir en mágico algo rutinario, es lo que se podría pensar al analizar desde el recuerdo, que más de 800 almas hayan salido de su casa un martes 2 de noviembre para ir a un concierto. No sólo porque ese día y noche está consagrado para lo sagrado: es la fecha de los muertos en el calendario católico, sino porque además de ir al cementerio, los hombres y las mujeres de este país y de todos los que hemos abrazado como primordial esta religión, estamos condenado a oír música triste, instrumental y baladas.
Es una fecha de recogimiento. Sin embargo, el destino. O la naturaleza del encuentro exigía que en nombre de ese muerto en particular, ese día se escuchara, cantara, aplaudiera y bailara su música. Hablo del homenaje ¨Mi amigo el terror¨ que protagonizó a casa llena en el Palacio de Bellas Artes, Sonia Silvestre para Luis Días. Lo que pasó en Bellas Artes lo podrán contar cada uno de los presentes, que nos conmovimos.