Con el permiso del dueño de la página de Facebook que se identifica con la expresión “Tantas veces Freddy” que uso como título de mi columna hoy, quiero hablar de Freddy Beras Goico. Conocí a Freddy Beras Goico por la televisión.

Él me hacía reír con su contagiosa risa, en las comedias del Show del Mediodía, donde tanto Cuquín Victoria como Felipe Polanco Boruga, lo sorprendían con detalles fuera de libreto -para hacerlo reír. -Porque cuando Freddy, el Humorista, reía, el país se hacía carcajada. Con más experiencia y conciencia conocí, también por TV, a Freddy, el analista político y social, que le decía “de to” a cualquiera del que tuviera noticias, constancia o denuncia de que hacía alguna “vagabundería” en perjuicio del país.

Me conmovía ese Gordo, tan boca dura cuando se quejaba.  Ese Freddy Beras que me provocaba tanta risa, cuando se ahogaba en llanto con cualquier caso de salud o penuria que llegaba a su oficina o programa. Gracias a Huchi Lora y a Yaqui Núñez mis maestros, entré a los medios y a sus vidas y entonces empecé a conocer mejor a Freddy, el amigo solidario, a Freddy el hombre que tanto amaba, protegía y defendía su familia. Cuando lo necesité, estuvo ahí para mí. Habría que despedirte de tantas formas, Freddy, que mejor no te digo adiós.