Conocido por su faceta de actor y productor, Antonio Banderas, el último “zorro” cinematográfico, es un hombre inquieto y apasionado en todas sus iniciativas. Tras sus inversiones en aceites, vino, perfumes, restaurantes o motos y su trabajo continuo en el mundo del cine, quiere hacerse un nombre en las pasarelas como diseñador.
Casi todos los negocios que ha emprendido el actor nacido en la localidad andaluza de Málaga (sur de España) no le han funcionado bien, pero su ánimo y pasión por emprender no le han quitado ni un átomo de energía. Su último proyecto es más una inversión personal, con el objetivo de lanzarse al mercado de las pasarelas.
Banderas se ha matriculado en una prestigiosa escuela británica para estudiar moda con un objetivo en mente: diseñar prendas masculinas y poder acudir con el producto de su creación al mercado mundial.
El origen de este empeño podría estar en que el pasado diciembre la multinacional textil Bestseller le encargó su primera colección de ropa. El actor dijo que lo aceptaba, pero con la condición, autoimpuesta, de que tendría que realizar un curso para especializarse en el tema.
En definitiva le ha venido bien matricularse en la escuela de moda londinense Central Saint Martins, en la que sigue un curso para familiarizarse con el diseño, pero también para preparar el papel del modisto italiano Gianni Versace, a quien dará vida en el filme “Clap, clap, clap”. La película será dirigida por el danés Bille August y se empezará a rodar en la primavera del próximo año. El director nórdico será la segunda vez que se encuentre trabajando con el actor, ya que le dirigió en 1993 cuando protagonizó el filme “La casa de los espíritus”, basado en la obra homónima de la escritora chilena Isabel Allende.
Banderas anunció en una conocida red social, al pie de una fotografía con una máquina de coser y que había subido él mismo: “Una experiencia intensa, excitante, seria, y al mismo tiempo divertida”.
Suponemos que lo de divertido también lo diría porque su compañera sentimental la holandesa Nicole Kimpel, también se matriculó en la misma escuela.
Otros proyectos. El actor y director es un hombre con poca fortuna en los negocios desde que se dedicó a invertir entre los años 2002 y 2003. Todo comenzó con una cadena de restaurantes que llevaban por nombre “La posada de Antonio”. Con ellos quería conformar una franquicia y llevarla por todo el mundo, pero no funcionó.
ZOOM
Algo más
Teatro
A Banderas no fue bien con su proyecto de abrir un teatro en Madrid, a la vera de un centro comercial, pero nunca llegó a cuajar, aunque la inversión previa la perdió, igual que el dinero que apostó en la discoteca cerca de Málaga, en Puerto Marina (Kaleido).
Moto
No le funcionaron sus aventuras apostando por el mundo del motor, ya que abandonó el patrocinio de la escudería de motos Jack&Jone.