Antonio Espaillat, propietario de la discoteca Jet Set, ha revelado detalles sobre el estado del techo antes de su colapso.

Según Espaillat, el techo estaba cubierto por plafones de yeso, los cuales se caían frecuentemente debido a problemas de humedad y obstrucciones en los drenajes de los aires acondicionados.

Aunque estos plafones eran reemplazados regularmente por empleados del establecimiento, nunca se realizó una inspección estructural formal en los 30 años de operación del local.

También mencionó que el techo tenía unidades de aire acondicionado y tinacos para agua, lo que añadía peso a la estructura. A pesar de las filtraciones recurrentes, el techo era impermeabilizado periódicamente, pero no se consideraron señales de alerta estructural.

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Hace siete días, la República Dominicana vivió una de las tragedias más devastadoras de su historia reciente. El desplome del techo de la emblemática discoteca Jet Set, mientras Rubby Pérez interpretaba sus canciones, dejó un saldo de 231 vidas perdidas y más de 180 heridos2. Lo que debía ser una noche de música y alegría se convirtió en un capítulo oscuro que ha marcado profundamente a la nación. El lugar, que alguna vez fue símbolo de la vida nocturna dominicana, ahora es un altar improvisado donde velas, flores y banderas de diversas nacionalidades honran la memoria de las víctimas2. Familias y amigos se reúnen en la zona cero, compartiendo su dolor y exigiendo justicia. La comunidad internacional también ha mostrado su solidaridad, con gestos conmovedores como la visita del alcalde de Nueva York, Eric Adams. Entre los testimonios que han conmovido al país, destaca el de Patricia Ovalles, una sobreviviente que pasó seis horas bajo los escombros antes de ser rescatada. Su relato, lleno de detalles desgarradores, refleja la magnitud del sufrimiento vivido aquella noche. Mientras tanto, las autoridades continúan investigando las causas del colapso y evaluando las responsabilidades. La tragedia ha generado un llamado urgente a reforzar los mecanismos de supervisión de infraestructuras para evitar que hechos similares se repitan. En medio del dolor, la Cruz Roja Dominicana ha desempeñado un papel crucial, brindando apoyo médico y emocional a las familias afectadas. La solidaridad y el esfuerzo colectivo han sido un faro de esperanza en estos días de luto. Esta tragedia no solo ha dejado cicatrices profundas, sino que también ha planteado preguntas sobre la seguridad y la responsabilidad en espacios públicos. A una semana del desastre, el país sigue llorando, pero también busca respuestas y cambios que honren la memoria de quienes ya no están.

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El empresario lamentó que no se tomaran medidas preventivas más rigurosas y expresó su compromiso de colaborar con las investigaciones para esclarecer las causas del colapso

«Esto independiente del gran dolor que representa para la nación, esto tambien representa un despertar para muchos aspectos que ninguno estábamos pendientes», agregó mediante una entrevista exclusiva en el programa El Dia de Telesistema canal 11.

«Creo que esto es algo que va a servir positivamente para muchas cosas», expresó.

Reveló que la discoteca contaba con una cobertura que incluía incendios, seguridad de personas y terremotos, entre otros riesgos recomendados por sus aseguradores. Sin embargo, expresó incertidumbre sobre si la compañía aseguradora llegó a inspeccionar el techo del local. «No estoy seguro de que la compañía haya revisado el techo,» comentó Espaillat.

Además, enfatizó que nunca fue abordado por ningún ingeniero para realizar reparaciones o ajustes en la estructura. «Ningún ingeniero nunca se me ha acercado a mí para que arregle esto,» señaló.