Antonio Peña Mirabal – Con guardias la tasa no se combate

Antonio Peña Mirabal – Con guardias la tasa no se combate

Cuando las principales autoridades económicas del gobierno planteaban que la moneda nacional estaba sobrevaluada respecto al dólar norteamericano, y que por tanto era prudente dejar deslizar la tasa cambiaria, de tal forma que esta se colocara en el lugar, que según ellos, debía estar el peso respecto al dólar, nunca pensaron en la incapacidad gubernamental para detener dicho deslizamiento. Al írsele de las manos el problema cambiario, ahora pretende el gobierno intimidar a quienes tienen como actividad comercial legal, el negocio del dólar. Y es que desde el gobierno se han tomado medidas contradictorias respecto a la tasa cambiaria, medidas que indirectamente la han presionado hacia el alza. La adquisición de las EDES, el torpe manejo de la crisis bancaria y financiera, la suspensión de las negociaciones con el FMI, entre otras cosas, son decisiones que han incidido en la alta cotización que experimenta el dólar norteamericano respecto al peso dominicano.

Paul R. Krugman, es un destacado economista norteamericano, que estudió en la Universidad de Yale e hizo un postgrado en el MIT. Su tesis doctoral se tituló «Ensayos sobre la tasa de cambio flexible». Su calidad profesional lo ha llevado a ser consultor del Banco Mundial, de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, y del Fondo Monetario Internacional. En el año 1992 Paul R. Krugman recibió la John Bates Clark Medal, considerado el reconocimiento más prestigioso para un economista joven. Como puede observarse, Paul R. Krugman es toda una autoridad en asuntos monetarios. Se ha dedicado en los últimos tiempos a investigar, entre otras cosas, el papel que desempeñan las tasas de cambio en la política de ajuste de la balanza de pagos, el papel de la especulación en el funcionamiento de los regímenes de tasa de cambio, la deuda del Tercer Mundo y la construcción del sistema monetario internacional.

Krugman escribió en el año 1997 un libro titulado: «Crisis de la moneda», en el cual realiza un esfuerzo por entender los problemas monetarios internacionales desde finales de los años setenta hasta comienzo de los años noventa. En la página No.18 de dicho libro, este experto analista de la moneda, señala lo siguiente: «Cuando un país intenta estabilizar su tasa de cambio sin seguir políticas a nivel doméstico que sean consistentes en esa meta, se puede predecir muy fácilmente un ataque especulativo que agote las reservas internacionales de ese país muy rápidamente». Es lo que ha sucedido en nuestro país, las autoridades propician el deslizamiento de la tasa cambiaria y luego quieren atajarla involucrando a la guardia, los policías y el DNI, con la ilusión de provocar una baja en la misma. Quieren bajar la tasa cambiaria, pero entonces emiten miles de millones de pesos inorgánicos, que sólo hacen salir de las arcas del Banco Central, para caerle atrás a los dólares, incrementando, como es natural, su precio. Quieren establecer una tasa estable, pero entonces mantienen en zozobra a los agentes económicos, lo cual crea desconfianza en las autoridades, y todo el que tiene unos ahorritos en pesos dominicanos, sale corriendo a convertirlo en dólares, para impedir que la inflación se quede con ellos.

A los genios economistas del gobierno, al parecer se les ha olvidado, que en una economía de mercado como la nuestra, todo el que interviene en la dinámica de la oferta y la demanda de bienes y servicios, siempre persigue ganar. Nadie establece un negocio, industria o empresa por amor a la patria, lo hace para ganar dinero, y ganará hasta donde las condiciones mismas del mercado lo permitan. La tarea de las autoridades en vez de reprimir esas acciones, en vez de querer meter miedo con la fuerza pública, lo que tiene que hacer es crear las condiciones propicias (macroeconomía), para que los mercados representen la realidad. Cuando se cometen torpezas como la compra de las EDES, cuando se mantiene desde el gobierno un gasto público exagerado, cuando una deuda privada el gobierno la convierte en pública, etc., no puede esperar el gobierno que el mercado cambiario se comporte de forma distinta a como lo está haciendo. Con su mala actuación el gobierno ha alterado la dinámica de la economía, creando los inconvenientes que hoy vivimos y que han disparado la tasa cambiaria a los niveles actuales.

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