POR MANUEL JIMÉNEZ
SALVADOR DE BAHIA, Brasil.- El Presidente Leonel Fernández anunció ayer la implementación de un programa de sostenibilidad y desarrollo medioambiental, a través del cual espera que miles de familias pobres residentes en las más apartadas zonas rurales del país  se beneficien directamente del crecimiento económico.

Se trata de un programa  desarrollado con gran éxito en una extensa zona de esta región por la Fundación Odebrecht y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), logrando que  familias campesinas pobres se integren a la producción, mejoren sus niveles de ingresos, así como su formación educativa.

El Presidente Fernández recibió amplias explicaciones sobre la operación de este novedoso programa.

Una de las particularidades del  programa es que se está fomentando una red mundial de comercialización de los productos que elaboran los campesinos involucrados para que sean adquiridos por consumidores con “conciencia ambiental”, explicó Luciana Botafogo Brito, quien representa en esta ciudad al BID en la implementación del proyecto.

La ejecutiva del BID dijo que “ la gente que adquiere los productos de este programa sabe que está comprando un bien elaborado sin hacer daño al medio ambiente, en el que no interviene el trabajo infantil  y donde la plata va directamente al productor”.

Fernández indicó que cursará una invitación a los representantes del BID que trabajan directamente en este programa para determinar en cuáles zonas del país se podrían implementar proyectos similares, recordando que en el Plan Nacional de Competitividad anunciado por el gobierno se contemplan estas iniciativas.

“A veces se dice que el país crece mucho, pero que ese crecimiento no beneficia a los de abajo, y en eso hay algo de verdad”, reconoció el presidente Fernández, aclarando, no obstante, que este fenómeno no es exclusivo de su país, sino que afecta a todo el mundo.

“Y es que el crecimiento por sí solo nunca te va a generar equidad social a menos que tú cree programas específicos que te permitan elevar la calidad de vida de los sectores que tu quieres”, agregó el jefe de Estado dominicano.

El presidente Fernández habló brevemente a la prensa en el marco de una visita a la sede de la Fundación Odebrecht, una especie de consorcio que ocupa el cuarto lugar entre las más grandes empresas brasileña y que en la República Dominicana interviene en la construcción del acueducto múltiple de la línea noroeste y de la presa de Pinalito, en la zona de Blanco, provincia Monseñor Nouel, en el norte del país.

En esta ciudad fue recibido por Norberto Odebrecht, presidente del Consejo y Marcelo Odebrecht, presidente de la firma en el área de la construcción; así como por su presidente ejecutivo, Mauricio Medeiro, quien dictó una conferencia explicando los alcances del programa de Fomento Medioambiental Integrado (FOMIN).

A su llegada a la sede de la Fundación, las primeras explicaciones  las ofreció al presidente Fernández a José Raimundo Lima, asesor de comunicaciones.

Fernández, acompañado de su esposa Margarita Cedeño de Fernández, funcionarios públicos y de varios empresarios, escucho la conferencia audiovisual de Medeiro, quien resaltó la importancia estratégica de la región donde se desarrolla el programa, pues allí se encuentran las cuencas de varios ríos principales y una gran vegetación.

Fernández acudió a la conferencia acompañado de los empresarios José Luis Corripio Estrada  y José Miguel Bonetti; así como del secretario Administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti y el director del Centro de Inversión y Exportación, Eddy Martínez y del embajador dominicano en Brasil, Manuel Morales Lama.

El programa de sostenibilidad medio ambiental beneficia al Valle del Juliana y la Sierra de Papúa, en la zona Sur de Salvador de Bahia, una región ecológica donde residen unas 83,000  personas. Esta zona llegó a tal grado  de degradación que de las 93,000 hectáreas de arboleda que tenía en 1970 para el 2000 solo quedaban  63,000 hectáreas, dijo.

Hoy los campesinos están integrados en diferentes proyectos asociativos de acuicultura, agro-forestal, artesanal, producción de alimentos, etc., que ha permitido elevar sustancialmente sus ingresos anuales, dijo Medeiro.

Antes del programa se estimaba que entre el 85 y 86 por ciento de los habitantes estaban excluidos de la riqueza y que alrededor de un 30 por ciento no estaba documentado. Existían familias que vivían con 30 dólares al mes, pero ahora, sólo produciendo tilapias, obtienen ingresos mensuales de entre 400 a 500 dólares al mes, dijo Medeiro.

Botafogo Brito informó a Fernández que el BID financia hasta el 50 por ciento de estos programas y en otros casos concede ayuda no reembolsable, pues su interés es fomentar la creación de pequeños empresarios campesinos.

“Nosotros tenemos un programa con Visión Mundial que ha integrado una comercializadora que es una empresa ética que vende estos productos, pero más que eso nosotros intentamos crear una concientización para que el consumidor final compre un producto que representa la conciencia ambiental”, dijo la ejecutiva del BID.

Botafogo Brito se ofreció para dar al presidente Fernández informaciones adicionales y para motorizar el inicio de proyectos pilotos en la República Dominicana.

“Lo importante es que el representante del BID en República Dominicana se involucre en este proyecto para que se organicen los cluster de estos programas y podamos ir a su país”, expreso la dama.