Anuncian mineros están muertos

Anuncian mineros están muertos

SAN JUAN DE SABINAS, México(AFP) – Los 65 mineros mexicanos atrapados en la veta carbonífera Pasta de Conchos, al norte del país, no sobrevivieron a la explosión de gas grisú registrada el domingo 19 de febrero, anunciaron ayer sábado directivos del yacimiento.

El director de la mina Rubén Escudero “nos informó que todos los mineros están muertos. No hay nada que hacer”, declaró a los periodistas Juan Hernández, sobrino de Margarito Zamorán, uno de los 65 trabajadores que se encontraban al interior del filón cuando se produjo el accidente.

Los familiares de los mineros fueron los primeros en conocer la noticia, un día después de que los directivos del yacimiento, ubicado en el estado de Coahuila (norte), habían anunciado que las operaciones de búsqueda quedaban suspendidas por razones de seguridad.

“Una alta concentración de metano causó una gran explosión afectando el total de las instalaciones subterráneas, con temperaturas de 600 grados (celsius) y una gran onda expansiva, cuyo efecto se extendió a toda la mina”, explicó a la prensa Arturo García de Quevedo, presidente del Grupo México, propietario de la veta carbonífera.

“Esas condiciones hicieron imposible la supervivencia”, agregó.

Luego de la explosión de grisú —metano desprendido de las minas de carbón que al mezclarse con el aire se hace inflamable— el trabajo de los equipos de rescate se complicó por numerosos derrumbes, por la fragilidad de las galerías y por la atmósfera irrespirable.

Un centenar de personas, entre mineros, supervisores y técnicos, participaron en las operaciones de socorro, logrando sacar con palas y picos de algunos túneles colapsados unas 800 toneladas de escombros.

Las tareas de rescate durante seis días fueron muy lentas, pues no se podía utilizar maquinaria pesada, lo que podría haber ocasionado otro accidente.

Desde la noche del viernes, los familiares de los trabajadores trataban de aceptar la posibilidad de que no hubiera sobrevivientes.

“Tienes que regresar ‘chaparrito’, prometiste volver”, se repetía entre lágrimas la madre de uno de los mineros. En un intento por reconfortar a los deudos, la mañana del sábado el obispo de la diócesis de Saltillo (norte), Raúl Vera, ofició una misa en la que arremetió contra las autoridades, el sindicato de mineros y los empresarios.

“Se tiene que cambiar la cultura y la mentalidad de nuestra sociedad, así como de los empresarios, de esa idea de que todos los trabajadores son ciudadanos de segunda”, dijo el prelado.

Más temprano, el presidente mexicano Vicente Fox envió un mensaje de aliento a los familiares, y les recordó que en las labores de rescate se había hecho hasta lo imposible.

“A las familias de los mineros todo mi sentimiento, mi respaldo, sé lo doloroso que es para ellas, yo sé lo difícil que la están pasando”, expresó el mandatario.

La veta Pasta de Conchos es una de las más atrasadas desde el punto de vista tecnológico en México, de acuerdo con el sindicato de mineros del país.

La compañía minera que explota la veta tiene una sólida reputación de no respetar las normas de seguridad ni el derecho laboral, denunció el dirigente sindical Napoleón Gómez.

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