Apagada la mecha de inflación el objetivo es acelerar el crecimiento

Apagada la mecha de inflación el objetivo es acelerar el crecimiento

Arturo Martínez Moya

Con aumento de los precios por debajo del limite inferior del rango meta, interanual 3.95% y 1.69% acumulado en julio, sin detenerse el ritmo de creación de empleos el PIB real creció muy por debajo de lo esperado durante los primeros seis meses del año.

Fue la razón por la que el Banco Central intervino reduciendo su tasa de interés de política monetaria en 25 puntos básicos, de 7.75 % a 7.50 % anua. Lo real era que no podía simplemente sentarse a contemplar como el débil crecimiento del PIB se trasladaba al mercado de trabajo. Tenía que actuar como lo hizo basado en el éxito que tuvo reduciendo la inflación y en que estima se mantendrá alrededor del rango meta en los restantes meses del año, y durante 2024. Con otras palabras, flexibilizó su política monetaria solo después de normalizar la inflación mensual y asegurarse que hacia adelante nadie o casi nadie se encontrará con productos en el mercado mucho más caros que doce meses atrás.

Normalmente las previsiones de crecimiento dependen de supuestos que cambian con el tiempo. El FMI y Banco Mundial se apoyaron en que el gobierno invertiría alrededor de 3% del PIB para prever un crecimiento de nuestro PIB real de 4.0 % y 4.1% respectivamente, muy por encima de 1.6% para América Latina y el Caribe también para 2023.

La fuerte desaceleración de la economía a solo 1.2% en el primer semestre del año, muy distante del 5.6% acumulado en los mismos meses de 2022, tiene dos explicaciones. Por un lado, la caída de la inversión pública, acumulado a julio apenas 1,2% del PIB, hizo perdiera fuerza la demanda interna, y, por otro lado, los efectos de la guerra de Ucrania y menor crecimiento en Estados Unidos, China, Zona euro y países emergentes, combinados mantuvieron negativa la aportación del saldo comercial al crecimiento real del PIB en el mencionado primer semestre.

Mi estimado es que este año el PIB crece alrededor de 3% si el gobierno mantiene el pie en el acelerador de la inversión pública y el sector privado aumenta el volumen de productos exportados. Porque la reducción del costo del dinero y mejores facilidades crediticias en el sistema financiero, evitaran sea persistente y duradero el menor gasto de consumo e inversión del primer semestre. Lo garantiza el mecanismo operacional del Banco Central para controlar a los bancos comerciales, me refiero a las muy mencionadas “dos facilidades”.

Redujo ambas, en 50 puntos básicos la de depósitos diarios (overnight) de los bancos a los que paga un tipo de interés, y 25 puntos básicos la de préstamos diarios (overnight) contra una lista de colaterales. Al bajar mas la primera que la segunda estrecho el incentivo de los bancos comerciales para mantener dinero parqueado en el Banco Central, lo razonable es que con algún retraso prefieran prestar más al sector privado.

Termino la nota señalando que el lector curioso podría decir: la Reserva Federal y Banco Central Europeo hacen lo contrario. A lo que yo respondo: es cierto, pero debe tener presente que todavía no logran domesticar la inflación hasta su rango meta de 2%, no completan su tarea a diferencia de nuestro Banco Central.

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