Más de un millón de personas estaban ayer sin electricidad en California porque la empresa más grande del sector suspendió el suministro para impedir que la caída de cables a causa de los vientos provoque incendios forestales, como ocurrió hace dos años con saldo de miles de inmuebles destruidos. Los incendios pasados causaron que Pacific Gas & Electric Co. se declarara en bancarrota y la obligaron adoptar decisiones más enérgicas para impedir siniestros. La drástica medida, adoptada luego de que se pronosticaron condiciones meteorológicas secas y con fuertes vientos, hizo que se formaran largas filas en supermercados y ferreterías por demanda de hielo, hieleras y linternas.